La política urbanística del equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Medina de Pomar apuesta claramente por el peatón y por ganar espacio para los ciudadanos. En ese camino iniciado en 2015, el equipo de gobierno no duda a la hora de comprar suelo urbano o viviendas con el fin de dignificar zonas degradadas. En esta línea, el alcalde, Isaac Angulo, acaba de firmar una resolución para la adquisición directa de una parcela de suelo de uso residencial y comercial de 178 metros cuadrados en la calle San Miguel por la que el Consistorio desembolsará 36.924 euros con el fin de crear una plaza o jardines.

La parcela con un valor estimado de más de 400.000 euros, puesto que en ella se podría construir una vivienda de tres plantas (baja más dos alturas) se va a adquirir después de años de negociaciones que ya arrancaron la pasada legislatura. Inicialmente, se intentó alcanzar un acuerdo con la propiedad para permutar el terreno por otra parcela urbana de propiedad municipal en otro punto de la ciudad. Pero cuanto todo estaba listo para dar luz verde a la permuta, decidieron decantarse por la venta del suelo, como recuerda Angulo.

Un pedazo de tierra, donde la maleza crece de forma incontrolada, rodeada de asfalto en estado de abandono preside el entronque de la calle San Miguel y Juan de Ortega. Allí está ubicado el hotel rural Villacobos, que ofrece un paisaje urbano muy poco atractivo a sus clientes. Pero el equipo de gobierno va a actuar porque este área es cada vez más transitada por escolares para acceder desde el colegio y el instituto hasta el centro de la ciudad siguiendo la ribera del río Trueba y el parque de Villacobos, como explica el regidor. Asimismo, la apertura de la calle Diego de Salinas en 2016 y su posterior pavimentación en 2018 también generaron un nuevo acceso al pulmón verde de la ciudad y mayor tráfico en el entorno de San Miguel.

Imagen del derribo de la casa del Ermitaño, en la calle San Lazaro, el pasado junio. - Foto: A.C.

«Esa zona está muy mal, porque pasan coches por un lado y por otro y se aparca de forma indiscriminada», explica el alcalde. Reordenar el tráfico, ganar espacio peatonal y marcar con claridad las plazas de estacionamiento serán algunas de las premisas del proyecto que se encargará al arquitecto municipal. Angulo avanza que contará con una presupuesto en 2022, con lo que la nueva plaza podría materializarse el próximo año. Lo que permanecerá igual será la calle Eladio Andino del Solar, que también confluye en la futura plaza y donde solo hay espacio para un vehículo aunque se permite la circulación en los dos sentidos. El ensanchamiento de esta calle que da a la avenida de Burgos dependerá del desarrollo de una unidad de actuación contigua en la que la propiedad no tiene previsto construir y, por tanto, continuará sin ser urbanizado el segundo carril.

Acceso al campo de fútbol. La actuación en San Miguel se asemeja a la concluida hace pocas semanas en la calle San Lázaro junto al santuario de Nuestra Señora del Rosario y el campo de fútbol. Allí fue adquirida en 2019 al Arzobispado la casa del ermitaño por 9.714 euros y en junio fue derribada con la inversión de otros 20.000 euros. La mejora de un entorno degradado y ganar suelo para el peatón volvían a ser los objetivos. En este caso, sobre los 156 metros que ocupaba la casa se ha construido una acera y se ha ampliado la calzada, tras adjudicar las obras en 31.500 euros. Ahora, la acera que se comenzó a construir junto a la residencia de mayores del Rosario llega prácticamente al campo de fútbol. Asimismo, se ha ganado luz para la curva cerrada de San Lázaro que también conduce al Punto Limpio y la depuradora.