Completo por Semana Santa

I.P.
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Sin lanzar las campanas al vuelo por el temor a nuevos rebrotes, las expectativas de Turalbur, que engloba a 40 propietarios de casas rurales, no pueden ser mejores al recuperar la ocupación prepandemia

Un grupo de amigos posa en el exterior de la casa rural Bigotes, en la localidad de Arlanzón. - Foto: Alberto Rodrigo

Al cien por cien de ocupación. Así están las reservas en los alojamientos rurales de la provincia de Burgos de cara a Semana Santa. Da lo mismo que se ponga el foco en el sur, el norte, este o oeste; en todos los rincones se ha colgado el cartel de completo y desde Turalbur, la asociación que aglutina a los propietarios de turismo rural, no ocultan su satisfacción por alcanzar las cifras de clientes anteriores a la pandemia, aunque tampoco quieren lanzar las campanas al vuelo. 

En su memoria, las buenas previsiones de ocupación que se registraban en el puente de la Constitución y en Navidad y que luego se vieron rebajadas por la sexta ola de la covid que provocó un buen puñado de cancelaciones, de ahí que Ana Peña, presidenta de Turalbur, se muestre cauta, aunque reconoce que la situación sanitaria ha mejorado al completarse la pauta de vacunación y al ponerse fin a la limitación del número de usuarios en las casas rurales.

Quizás ahora un problema nuevo que se suma y crea cierta incertidumbre es el de la subida de la factura eléctrica y del gasóleo, que les repercute directamente porque la mayoría de los sistemas de calefacción son de gasóleo. En principio, prácticamente ningún propietario ha subido el precio de la estancia, pero más de uno está pensando que de seguir esa tendencia no les quedará más remedio que incrementarlo. 

La propia Ana Peña se plantea esa opción. Es dueña de dos casas rurales, Toba I y Toba II en Bezana, en la comarca de las Merindades, con 20 plazas en total. Ambas las tendrá completas para los días de Semana Santa, desde el Jueves Santo al lunes, los cuatro o cinco días más importantes para el sector del año, confirma la presidenta de Turalbur que añade que el aforo está prácticamente al completo en los alojamientos de los 40 asociados que tiene la entidad. 

Como es habitual, madrileños, vasco y castellanos y leoneses, sobre todo de provincias limítrofes como Valladolid y Palencia, son los principales clientes, tanto en Merindades como en el resto del territorio burgalés. Peña confirma la tendencia al alza en la ocupación desde el verano, aunque sin olvidar las cancelaciones de Navidad, pero en general se ve movimiento en el sector y espera que a partir de ahora sea «la normalidad».

Frías es quizás la localidad de la provincia con más tirón; su presencia en los medios de comunicación e internet como uno de los pueblos más bonitos de España, es la mejor publicidad, asegura Sergio Íñiguez, propietario de la casa rural La era de Vadillo, que también la tiene reservada al completo en Semana Santa, fechas que define como «el puente del año». Tampoco fue malo el verano, pero reconoce que sufrieron mucho por la constante incertidumbre. Vascos y madrileños también son sus mejores clientes, seguidos de los de Castilla y León, aunque en verano los que más se acercan son del Levante y el sur «buscando el fresquito», dice. 

En la otra punta de la provincia, la situación se repite. Así, José Manuel Parra, dueño de Las casas de Moisés, con 24 plazas, en Baños de Valdearados, y de La Pacheca, junto a su hermano en Villalbilla de Gumiel, con 14 plazas, estarán al completo, como lo están las casa Bigotes en Arlanzón, y La Cabrera en Urrez, con 6 y 14 plazas respectivamente, según sus dueños.