El presidente de la Federación de Personas Jubiladas de Castilla y León, Jaime Izquierdo (a su vez presidente en Burgos), recibió ayer en su sede al responsable de esta materia en la Junta, Eduardo García, para mostrarle cómo trabajan y transmitirle su preocupación ante lo que consideran el gran problema de los mayores de la Comunidad: la soledad no deseada. Algo que, dijo, es especialmente acuciante en los pueblos. Y, frente a esto, García explicó que la Junta trata de promover el asociacionismo. Pero, para eso es necesario que alguien se responsabilice del colectivo en cuestión y, como dijo el director general de Personas Mayores, «solemos fomentar que haya líderes capaces de mover a la población, fomentar la formación de estos líderes y establecer objetivos en torno a los cuales aglutinar la participación de las personas».

García recordó en este sentido que el departamento que dirige ofrece «un plan de apoyo a las asociaciones que supone una cantidad de unos 450.000 euros». Un presupuesto que, añadió, se destina a «la red formada por todas las federaciones de asociaciones de jubilados y pensionistas en Castilla y León». Ayer, de hecho, el objetivo de la visita a la sede del colectivo burgalés pretendía «conocer de primera mano el trabajo de los jubilados y pensionistas de Burgos», dijo García, subrayando que «tenemos una colaboración muy estrecha con ellos desde hace muchos años. Hacen un trabajo fundamental».

250 clubes en Burgos. El responsable de la federación autonómica y burgalesa explicó que mantienen «unos 250 clubes de mayores» y bromeó diciendo que «llegamos donde no lo hace la Guardia Civil». La finalidad de estos locales es proporcionar servicios a las personas mayores y, sobre todo, a las que viven en pueblos pequeños. «Pretendemos que la gente sea feliz y organizamos actividades variadas: de risoterapia, de zumba... Se trata de que la gente sea feliz, porque, si los mayores no están bien, los hijos los traen a Burgos y otra casa que se cierra en el pueblo», dijo.

En este sentido, el director general de la Junta -acompañado de la gerente de Servicios Sociales en Burgos, Marian Paniego- reiteró que acudía a «escuchar, ver cómo trabajan y apoyar para que esa gente tenga una vida más activa».