A por un buen asado de castellana negra

I.P.
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Fernando del Olmo tiene en Fuencaliente de Lucio la única explotación en la provincia de ovejas de esta raza, unas 2.000. Los caballos losinos y los hispano-bretones y las vacas monchinas, también en descenso de ejemplares y en peligro de extinción

A por un buen asado de castellana negra - Foto: Jesús J. Matías

Fernando del Olmo es un enamorado de su ganadería, en la que se mezclan la castellana blanca y la negra, que es la raza autóctona protegida al considerarla en peligro de extinción. Es, además, el alcalde de Valle de Valdelucio y su explotación está en Fuencaliente. En total cuenta con un rebaño de 3.100 ovejas entre ambas razas -2.000 son castellana negra-, que cuidan y sacan a pastar tres pastores en varias zonas del pueblo, que cuentan no solo con su experiencia, sino con la ayuda de varios perros y burros. Además, tiene otro empleado para el traslado de los animales en los vehículos.

Del Olmo tiene claro cuándo se apasionó por la castellana negra. En la familia siempre habían tenido ovejas, completando la agricultura, las tradicionales desde hace casi 50 años, hasta que un día, hará una década las descubrió durante la visita a un amigo en la provincia de Zamora, A las que este ya tenía le habían ofrecido otro rebaño; las 700 castellanas negras de esta manada no se quedaron en el pueblo de Muelas, sino que vinieron para Fuencaliente.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)