La vida es una fiesta que no quiere terminar, canta Rozalén en Otro vals, una de las canciones de Cantables II, el disco que ayer hizo que el día de Fetén Fetén tornara en alegría tras conocer sus nominaciones a Mejor Álbum de Música de Raíz y Mejor Producción Musical en los Premios de la Música Independiente, MIN, que se entregarán el 27 de abril en Pamplona.
«Estamos muy contentos. Los premios son muy subjetivos, pero sería mentir decir que no nos hace ilusión. Con la cantidad de bandas y artistas que han estado en las fases previa,s que nos incluyan en estas dos categorías ya es un reconocimiento. No estamos muy acostumbrados a estar nominados a ningún premio, así que lo celebramos», expresaba ayer Diego Galaz, mitad del dúo que comparte con Jorge Arribas, tras conocer la feliz noticia.
La competencia en ambos apartados es de aúpa. El galardón a Mejor Álbum de Música de Raíz se lo disputan con Amparanoia, por Himnopsis colectiva; Los hermanos Cubero, por Proyecto Toribio/Errantes telúricos; Queralt Lahoz, por Pureza; y Emilia y Pablo, por Territorio de delirio, un álbum, curiosamente, producido por Galaz.
«Nos sentimos a gusto con la sensación de que se puede premiar a alguno de los grupos que han hecho un trabajo con esfuerzo sobre la música popular», valora al tiempo que confiesa su admiración por esos, entre comillas, contrincantes.
Más dura, aún, se presume la batalla en la categoría de Mejor Producción Musical, con tres de los artistas con más opciones. Enfrente tienen a Zahara, que con su Puta se encarama como la más nominada (nueve); Baiuca, por Embruxo, uno de los nombres ya confirmados para el Festival Tribu; y Alizz, por Tiene que haber algo más, ambos con cinco; y Alice Wonder, por Que se joda todo lo demás, madrileña de madre burgalesa, Marta Barriuso, miembro de Magenta, mítico grupo de los 80.
«Hemos tardado dos años en realizar este trabajo, no solo por los inconvenientes de la pandemia, sino porque se ha hecho a fuego lento, como creemos que requiere un buen disco, y este reconocimiento es una manera de poner en valor este esfuerzo. Al final, los premios nunca son justos, hay gente que ni se presenta y hace trabajos maravillosos, pero no podemos negar que nos hace mucha ilusión por la complejidad de la producción», ahonda y destaca esta labor de Fetén Fetén compartida en esta ocasión con Sebastián Schon, «uno de los grandes productores de la música latinoamericana».
Esta distinción se suma a los farolillos que cuelga el grupo burgalés este año para celebrar su décimo aniversario, que la pandemia impidió en 2021. «Nos están sucediendo cosas muy bonitas. Tenemos un año bastante interesante. Al final, nuestro trabajo mira hacia otro lado, pero si en ese camino aparecen regalos como este lo valoramos, disfrutamos y agradecemos», concluye y, como canta Augusto Bracho en Camotero, otro tema de ese Cantables II, saben por donde van porque nunca olvidan de donde vienen; no dan lo que no son, siempre ponen el alma en su profesión.