El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, abrió ayer su intervención en Arija tras la firma de un amplio convenio de colaboración con la comunidad de Castilla y León con el puente de Noguerol. Revilla, que calificó de "atropello" lo ocurrido con el puente, que se hundió antes de su apertura y nunca llegó a unir Arija con Campoo de Yuso, las dos localidades que separó el embalse del Ebro, insistió en que "no podemos dejar de reinvindicar esa infraestructura". En la misma línea, el presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández-Mañueco. señaló que "me quiero sumar a la reivindicación del puente", al que también calificó de "deuda histórica". Para Fernández-Mañueco, se trata de "un acto de justicia que permite la comunicación práctica" en el territorio que hace décadas ya estuvo conectado antes de que las aguas del embalse del Ebro anegasen tierras y hogares.

Miguel Ángel Revilla también aprovechó para aludir a los 7 kilómetros del túnel de la Engaña, que separan la Merindad de Valdeporres de la Vega de Pas y avanzó que entre los proyectos que Cantabria presentará para beneficiarse de los fondos de reconstrucción de la Unión Europea estará la adecuación del túnel de la Engaña para usos turísticos. Revilla se mostró partidario de que se puedan comunicar Burgos y Cantabria a pie o en bicicleta mediante la reforma de este túnel, ahora bloqueado por un gran desprendimiento de tierras y roca. Fernández-Mañueco se unió al presidente de Cantabria. "Creo que es una propuesta importante", señaló el presidente castellanoleonés, quien destacó las consecuencias positivas que podría tener para impulsar "un turismo verde, de interior y ecológico".

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