Los sindicatos del sector de la limpieza dieron ayer por «rotas» las negociaciones del convenio tras una reunión con la patronal de la que los representantes de los trabajadores se levantaron al no ver signos de acercamiento. Fuentes de UGT aseguraron que habrá movilizaciones sí o sí y lo que se está barajando también es la posibilidad de convocar alguna jornada de huelga.

El distanciamiento entre las partes se sustenta en las cuestiones económicas. Los sindicatos, que reclaman una subida salarial del 15% durante los próximos cuatro años, no se conforman con el 8% de alza que ya les ofreció la patronal a principios de este mes y del que ya no se mueven.

Junto a esto, la fricción entre las partes también se encuentra en que los sindicatos presentes en la mesa de negociación (UGT, CCOO y CGT) reclaman que se incluya una cláusula en la que se puedan revisar al alza los salarios en función del IPC. En este aspecto aseguran que están abiertos a hablar de distintas fórmulas, pero aquí la patronal parece haber trazado una línea roja que, al menos hasta el momento, no está dispuesta a atravesar.

Está previsto que los sindicatos convoquen ya una reunión del Servicio de Mediación de Relaciones Laborales (Serla) de la Junta de Castilla y León y será a través de este instrumento donde se recuperará el proceso de diálogo. Eso sí, ya con un calendario de movilizaciones.

El sector de la limpieza da trabajo en Burgos a más de 3.000 personas, lo que da una idea de la relevancia del convenio. La plataforma negociadora -formada por UGT, CCOO y CGT- también quiere introducir en el convenio una reducción de dos jornadas, para pasar de trabajar 1.755 horas al año a 1.739. 

En este caso, la petición  obedece a que se trata de un sector en el que predomina de forma muy mayoritaria la jornada parcial, de modo que una caída de horas, defienden desde la plataforma sindical, supondría un aumento de las cotizaciones y de los salarios al subir el porcentaje.

La de ayer fue ya la octava reunión de la mesa de negociación entre los sindicatos y la patronal. Ya en agosto, los representantes de los trabajadores amenazaron con movilizaciones si no había un acuerdo el 6 de septiembre. 

No cumplieron con su advertencia en ese momento, si bien el gesto de levantarse ayer de la negociación parece que ha agrandado el distanciamiento.