Zapatillas de punta, improvisaciones, tutús, polvos de talco y bailarines a punto de convertirse en profesionales llenaron ayer el escenario del Fórum Evolución en la Gala del Taller Coreográfico de la Escuela Profesional de Danza 'Ana Laguna' de Burgos. Los alumnos de 5º y 6º de profesional de clásico y contemporáneo ofrecieron al público un apasionado espectáculo de estilos muy diversos como el clásico y neoclásico, y la improvisación en contemporáneo. Es una muestra que llevan preparando desde el inicio de curso con grandes profesionales de la danza a nivel internacional, que acuden al Conservatorio para trabajar con los alumnos de manera pre-profesional. 

La escuela es el único centro de España con un modelo educativo que ofrece el proyecto de profesores especialistas, que acuden trimestralmente para trabajar con alumnos aún en formación, y que trabajan en el aula de igual manera que en una compañía de danza profesional. Debido a ello, bailarines de otras comunidades vienen a estudiar al centro, ya que «los alumnos en formación no suelen tener acceso a estas personas y trabajar con ellos les aporta una experiencia similar a su futuro laboral», explica Amaya Iglesias, directora de la 'Ana Laguna'. 

Este año han contado en la modalidad de clásico con Yevgen Uzlenkov, bailarín de la Ópera Nacional de Kiev y solista del Ballet Víctor Ullate, que trabajó con los alumnos las coreografías Beethoven (clásico puro) y Neednees (neoclásico), y con Iratxe Ansa e Igor Bacovich, de la compañía 'Metamorphosis Dance', que prepararon para la gala la pieza Click of a sudden flip. Los alumnos de contemporáneo interpretaron en la gala Ciclo, una pieza de Sharon Fridman, coreógrafo y director de su propia compañía ('Sharon Fridman'), y Dags, de Janet Novás, bailarina y creadora gallega, con la que han indagado en la improvisación y la escucha de uno mismo y del grupo. 

«Que vengan estos coreógrafos nos enriquece mucho, sobretodo artísticamente, coges confianza y te creces, y técnicamente adquieres más capacidades para el desarrollo», comenta Laura Elizalde, alumna de 6º de profesional de clásico. Entre cada profesor hay mucha diferencia de estilos, algo que aporta a los bailarines mucha versatilidad y les obliga a cambiar de registro y estilo de manera rápida. «Esto es muy importante porque cuando llegas a una compañía no sabes qué te vas a encontrar», reitera Sandra Román, compañera de Laura (...).

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