Entre los siete etarras a quienes el Ministerio del Interior acercará a cárceles del País Vasco en los próximos días se encuentra Juan Luis Aguirre Lete, alias Isuntza, uno de los dos terroristas que ordenaron el secuestro más largo de la historia de la banda, el de José Antonio Ortega Lara, que permaneció 532 días recluido en un angosto zulo en Mondragón. Por esta acción la Audiencia Nacional lo condenó a 32 años de prisión. En estos momentos aún se halla en el centro penitenciario de Soria.
No fue el único etarra juzgado por dar la consigna de raptar al funcionario de prisiones burgalés. De hecho, la Audiencia Nacional también condenó en 2005 a Julián Achurra Egurola, 'Pototo', predecesor de Aguirre Lete. Ambos ordenaron el secuestro y proporcionaron el dinero y el material necesario para llevarlo a efecto. Sería Joseba Gracia Arregui, 'Iñaki de Rentería', exjefe del grupo terrorista, el responsable directo del comando, que efectuó la acción. En él se hallaban José Luis Erostegui, Javier Ugarte, Josu Uribetxeberria Bolinaga y José Miguel Gaztelu Ochandorena, a quienes 'Pototo' ordenó que seleccionaran y recabaran información sobre una víctima para secuestrarla. También se les ordenó el acondicionamiento y mantenimiento de un cuchitril donde debían retenerla, por lo que construyeron un habitáculo de 3,5 metros cuadrados en una nave industrial abandonada, en Mondragón.
La Sección Primera de lo Penal condenó a 32 años de cárcel a 'Pototo' y a 'Isuntza' por un delito de secuestro terrorista y conspiración para el homicidio terrorista. La sentencia consideraba probado que 'Pototo' fue «el máximo responsable del suministro de material, objetos y dinero, a los distintos grupos de delincuentes que integran la organización, para que pudieran cometer actos ilícitos, función en la que fue sustituido por Juan Luis Aguirre Lete, hasta que también fue detenido en Francia el 26 de noviembre 1996».
Fue en la primavera de 1995 cuando ETA decidió secuestrar a un funcionario de prisiones y condicionar su liberación a que el Gobierno español trasladara a los presos de la organización terrorista a cárceles del País Vasco o Navarra, o a centros cercanos a esos territorios.
Los terroristas decidieron secuestrar al funcionario de la cárcel de Logroño José Antonio Ortega Lara. Miembros de la banda le abordaron el 17 de enero de 1996, cuando llegó a su domicilio en Burgos y entró con su vehículo en el garaje. Después fue trasladado al habitáculo que habían preparado para mantenerle secuestrado en un camión que como carga llevaba una máquina, que en realidad era un artilugio fabricado para ocultar a la víctima.
Arri Pascual. Otro de los etarras que será acercado al País Vasco se encuentra ahora en el penal de Burgos. Se trata de Álvaro Juan Arri Pascual, exintegrante del comando Madrid de ETA ingresó en prisión en 2003 para cumplir el límite máximo de 30 años por varios asesinatos, estragos y atentados. Entre otras acciones, fue condenado a 208 años de prisión por el atentado cometido en julio de 1994 en la plaza de Ramales de Madrid, en el que murieron el teniente general Francisco Veguillas y otras dos personas. En junio de 2018 cumplió tres cuartas partes de esa condena.