La reducción de las incidencias acumuladas de nuevos contagios por coronavirus en 7 y 14 días hasta los umbrales mínimos exigidos por la Junta (200 y 400 nuevos positivos para cada período) no será razón suficiente para que la provincia reabra la hostelería, las tiendas de las grandes superficies y otros negocios clausurados el 6 de noviembre en toda Castilla y León si no se acompaña de una importante reducción de enfermos de covid-19 en los tres hospitales: un centenar en planta y, al menos, 24 críticos en la UCI del HUBU, que es única para todo Burgos. Ahora hay 39 personas críticas y 222 en habitaciones del HUBU, el Santiago Apóstol y el Santos Reyes a causa de la infección por coronavirus.
El Ministerio y las Consejerías de Sanidad acordaron a finales de octubre unos indicadores comunes para determinar los niveles de riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 y consensuar las limitaciones que conlleva cada uno (popularmente conocidos como ‘el semáforo’). Toda Castilla y León está hoy en el más alto (el 4) que alerta de «riesgo extremo, transmisión comunitaria del virus no controlada y sostenida que, además de exceder las capacidades de respuesta del sistema sanitario, podrá requerir de medidas excepcionales». Ávila y Segovia serán mañana las primeras provincias de la región en bajar al nivel 3 de riesgo, que avala el fin de limitaciones extraordinarias como el cierre de la hostelería o de los comercios de las grandes superficies, no solo porque sus incidencias acumuladas de nuevos contagios de coronavirus en siete y catorce días sean inferiores a lo exigido por la Junta, sino porque sus datos de ocupación de camas por covid-19 en planta y/o en la UCI entran dentro de los niveles establecidos para el nivel de riesgo 3 de transmisión del virus (‘alto’; el 4 es ‘muy alto’).
Hay distintas combinaciones posibles de indicadores epidemiológicos que autorizan el paso hacia un nivel de riesgo inferior, pero todas ellas han de ir acompañadas de una mejora sustancial en la ocupación en planta de los hospitales y/o de la UCI, que al ser única en buena parte de las provincias implica que esta incipiente ‘desescalada’ de la segunda oleada pandémica se haga por provincias y no por municipios, como dio a entender la consejera de Sanidad el pasado martes y como reivindican numerosos alcaldes de la provincia de Burgos (...).
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