Repunta en Burgos la puesta en marcha de empresas

L.M.
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La Seguridad Social contabilizó 130 compañías más en el pasado abril que doce meses atrás. La construcción es el sector que más está tirando de la recuperación. Hablamos con Mercedes Sendino (Morcillas Arce) y Mirella y Santiago (La lavadora loca)

Mercedes Sendino (Morcillas Arce) y Mirella y Santiago (La lavadora loca). - Foto: Patricia

La primera ola de la pandemia, con el consecuente decreto del estado de alarma y las estrictas limitaciones que se impusieron para atajar la covid-19, se llevó por delante cientos de empresas.Tan solo entre marzo y abril del año pasado la Seguridad Social dejó de registrar más de 430, un desplome que con la llegada de las vacunas y la mejora progresiva de la economía parece que se invierte poco a poco. Desde la entrada en el 2021 la creación de mercantiles en Burgos no ha dejado de subir, y en estos momentos ya hay activas más empresas que hace ahora un año.Es más, de continuar la tendencia actual desde el 1 de enero, a razón de medio centenar de nuevas compañías cada 30 días, se superará también al cierre de este mes los niveles de mayo de 2020 (10.491), cuando la suscripción de firmas repuntó coincidiendo con los primeros síntomas de estabilización de la economía.
A finales de abril había registradas 10.462 empresas en la provincia de Burgos dentro la base de datos de la Seguridad Social, 132 más que doce meses atrás. La construcción es, de largo, el sector que mejor evolución está teniendo, y por tanto, uno de los puntales que está tirando de la recuperación. Si comparamos el número de firmas actuales (1.173), con las que había hace un año (1.088), estas crecen en casi un centenar.Mejor noticia se desprende si tomamos como referencia febrero de 2020 (1.140), aún sin síntomas en la economía derivados de la pandemia, y cuando había 33 empresas menos que las que se anotan en estos momentos.
¿La explicación? El mercado inmobiliario ha logrado mantenerse con una actividad sólida y prolongada tras el verano, a lo que se suma el auge de rehabilitaciones que se está desatando en la provincia.«Son muchos los que se han lanzado a las pequeñas reformas, un sector que tiene una alta demanda ahora mismo.No pueden competir con las empresas más fuertes y que se encargan de trabajos más grandes, pero para otros de un porte menor se valen por sí solos», asegura Vicente García, presidente de la Asociación de Empresas de Reforma de la provincia de Burgos.
viento en popa. Junto al ladrillo hay otro sector que se ha recuperado de manera rápida y que en estos momentos iguala a las empresas que se contabilizaban antes de la crisis, a la vez que mejora sus datos en comparación con hace un año.La industria, auténtico motor de la economía burgalesa, contabiliza 1.270 en los registros de la Seguridad Social. Estas son las mismas que en febrero del año pasado y hasta 23 más que hace doce meses.Hay que recordar que el Gobierno obligó a las compañías no esenciales, fueran del subsector que fueran, a cerrar durante dos semanas a primeros de abril para tratar de atajar la primera oleada de contagios, un golpe que muchas no pudieron resistir.
En un papel mucho más estacional se desenvuelve la agricultura.La ganadería, y sobre todo el campo, son ámbitos de trabajo que se mueven principalmente por campañas o temporadas -cosecha o recolección- por lo que la variabilidad de empresas es muy alta. En estos momentos la Seguridad Social contabiliza hasta 578, aunque se espera que con la aproximación al verano y el calor el número repunte. Sin embargo, el año pasado eran a estas fechas una docena más, mientras que en los niveles prepandemia se movían en las 581 de febrero de 2020.
Por contra, los servicios son los que más están sufriendo el impacto de la pandemia.Al ser un sector mucho más próximo a los ciudadanos y a la calle, las distintas administraciones públicas están teniendo en ellos el foco de sus restricciones.Hostelería, comercio o restauración son algunos de los más afectados.Comparando las empresas a 31 de abril, 7.441, con las de febrero del año pasado, 7.782, la variación es considerable, aunque bien es cierto que las actuales son cuatro decenas más que doce meses atrás. Además, si el proceso de vacunación sigue el buen ritmo que ha tomado desde hace semanas, se espera que el verano y la llega de turistas avale la creación de más compañías dentro del sector, ávidas de nuevos clientes. También el sector de los hoteles espera crecer en los próximos meses.

Mercedes Sendino - Morcillas Arce (Mercado Norte) 

«Dejé mi empleo fijo en una fábrica y me lancé. Ya habrá tiempo de trabajar para otro si esto sale mal»

Repunta en Burgos la puesta en marcha de empresas Repunta en Burgos la puesta en marcha de empresas - Foto: Patricia González

Mercedes disfrutaba hasta hace unos meses de un puesto de trabajo fijo en una fábrica de Burgos.No obstante, ella se había criado desde pequeña en la tienda de su madre, Águeda Arce, que regentaba un puesto de morcillas en el Mercado Norte.«Llevaba cuarenta años pero al ser persona de riesgo cerró días antes del toque de queda», apunta.
Lo que iba a ser una clausura temporal se acabó convirtiendo en una jubilación anticipada, que tocó la fibra sensible de Mercedes.«Me daba mucha pena perder el puesto, y al tratarse de concesiones muy antiguas en las que solo se pueden pasar de padres a hijos dejé mi trabajo y me vine», indica. Asegura ahora desde su nueva ‘oficina’ que «ya habrá tiempo de trabajar para otros», en relación a la libertad de la que goza ahora. «Sé que no es el mejor momento pero ya está hecho», confiesa, al tiempo que reconoce que «la posibilidad de asumir el puesto siempre había estado sobre la mesa», afirma.
«Todo el tiempo que la tienda fuera a estar cerrada iba a ser tiempo en el que podíamos perder clientes, por lo que me decidí bastante pronto», recuerda. Sin embargo, y aunque las ventas son aún inferiores a los registros que tenía su madre, no se arrepiente del paso dado. El 3 de agosto, menos de cinco meses después de que Águeda echara la persiana, su hija volvía a levantarla. «Aquí me he olvidado de trabajar por turnos aunque deba abrir los sábados...», concluye.

Mirella y Santiago - La lavadora loca (calle Melchor Prieto, 24) 

«Se nos ocurrió la idea de la lavandería durante los meses que estuvimos encerrados en casa»

Repunta en Burgos la puesta en marcha de empresas Repunta en Burgos la puesta en marcha de empresas - Foto: Patricia González

Mirella Sáez y Santiago Maestro tenían, desde hace tiempo, ganas de montar un negocio. Ella es peluquera en Jesús María Ordoño y él conductor de autobús municipal. Durante el periodo más crudo de confinamiento, aquél en el que solo estaba permitido salir a pasear, se les encendió la bombilla.

«Una tarde caminando vimos el local, nos pillaba cerca de casa y era barato, por lo que nos decidimos», recuerda él. La idea de poner en marcha una autolavandería la habían tenido días atrás, en pleno encierro, por lo que solo les faltaba el espacio, que encontraron en su propio barrio, Vadillos.

«Queríamos un negocio con el que poder compatibilizar nuestros trabajos y que no nos ocupara mucho tiempo», indica ella. Su peluquería estuvo cerrada varios meses hasta que se le permitió volver a abrir, por lo que decidieron invertir en un activo esencial a prueba de pandemias. «De perder solo teníamos el dinero y el tiempo y nos lanzamos», apunta él.Destaca la enorme facilidad que se les brindó desde las entidades financieras, así como la aceptación que está teniendo el negocio por parte de sus vecinos.

«Tenemos una aplicación para vigilar con cámaras si alguien tiene alguna incidencia. El mobiliario lo hemos hecho nosotros mismos y las reseñas que nos dejan no son nada malas». Entre sus puntos fuertes, destacan, está la cercanía con un supermercado o la ausencia de tendederos en las casas cercanas.