La recogida de residuos en la capital ribereña registró el año pasado un incremento de 390 toneladas pero, paradójicamente, la recogida selectiva para su reciclaje de papel y cartón y de envases sufrió un descenso, que contrasta con el ligero incremento que registró en el caso de los contenedores de vidrio. En cifras globales, el servicio de basuras recogió casi 14.500 toneladas, por lo que cada arandino generó el año pasado 436 kilos de basura, diez más que en 2021. 

La mayoría de estos residuos corresponde a los contenedores de resto, con 11.385 toneladas, un 4,5% más que el año anterior, a las que hay que sumar 400 toneladas recogidas por el servicio de barrenderos de las calles de Aranda, lo que supone 48 toneladas más que lo acumulado en limpieza viaria a lo largo de 2021.

El otro incremento que constatan los datos facilitados por la empresa Urbaser es el relativo a la recogida selectiva de vidrio, que pasó de 651 toneladas en 2021 a sumar diez el año pasado. Esta cifra queda muy lejos de las 712 toneladas que se depositaron en los contenedores de recogida selectiva antes de la pandemia, en 2019. El incremento es un síntoma de la reactivación de los negocios de bares y hostelería, que son los que más aportan a este tipo de reciclaje, pero todavía no se ha llegado a los parámetros anteriores.

Hasta ahí las cifras al alza, ya que el resto de los residuos que se pueden reciclar han visto caer las estadísticas de recogida en Aranda. En la comparativa interanual, los que peor parados salen son los contenedores de papel y cartón, en los que se depositó en 2022 once toneladas menos que el año anterior, bajando hasta las 727 toneladas. A esta reducción hay que sumar otra más llamativa, la del servicio de recogida puerta a puerta de papel y cartón, sobre todo esto último, en empresas y tiendas de la capital ribereña, que bajó en 19 toneladas el año pasado.

Los envases también sufrieron un bajón en el reciclaje en Aranda, equivalente a 17 toneladas, quedando en 781 toneladas totales a lo largo de todo el año. 

En la recogida selectiva hay dos residuos que exceden a estos materiales. Uno es el de recogida de enseres que se hace a demanda de los ciudadanos, que antes tienen que solicitar este servicio poniéndose en contacto con la empresa para acordar el día de recogida y sacarlos a la calle la noche antes. Después de la limpieza que debieron hacer los arandinos en 2020, cuando se alcanzó el techo de estas estadísticas con 209 toneladas de enseres, en el año 2021 la cifra total se redujo hasta las 187 y el año pasado se quedó en 180.

Por último, la empresa concesionaria de la recogida de residuos tiene contenedores específicos en las dos urbanizaciones arandinas, además de en Sinovas y La Aguilera. En ellos, se pasó de las 370 toneladas de 2021 a registrar una bajada de más de un centenar de toneladas, quedándose en 264 en 2022, muy lejos también del récord de 470 del año 2020.