Sanidad Rural está inmersa en la tercera edición de su festival de cortos en Guzmán. Los vídeos deben tener una duración aproximada de 5 minutos, sin importar el formato. «Siempre decimos que lo importante es la idea, no la calidad», asegura Beatriz García, miembro de la organización. 

El tema que se persigue con esta actividad es dar visibilidad al desarrollo del medio rural, ya sea desde la educación, la sanidad o las energías renovables. «Pueden ser reivindicativos, enseñar algo que al autor le guste o servir para que se conozca un lugar. Lo que buscamos es dar voz al marco rústico en todos sus ámbitos» afirma García.

Este festival conoció sus inicios en la pandemia, en una «lluvia de ideas con las que queríamos implicar a la gente para formar parte de alguna manera en Sanidad Rural» recuerda García. «Nos decantamos por los cortos porque si nosotros habíamos conseguido alcanzar un gran público gracias a vídeos, pensamos que el formato funciona para transmitir cualquier mensaje», declara la integrante de la organización, y recalca que «no es un concurso, es un festival abierto a todo el mundo», porque la idea principal es expandir el proyecto y conseguir que participen cada vez más personas en él. 

De momento, se han aceptado más cortometrajes que el año pasado, y desde Sanidad Rural esperan recibir algún vídeo más a última hora. Cualquier persona, profesional o amateur, puede participar en el festival sin importar la nacionalidad, e incluso repetir con varias obras si así lo quiere. Para hacer llegar los trabajos, los implicados pueden remitirlos por Wetransfer al correo electrónico sanidadrural@sanidadrural.es o por Youtube, con la publicación de las piezas en la plataforma y tras mandar el enlace al correo de la organización. En el envío se debe indicar nombre y apellidos de los autores y al menos un número de teléfono de contacto.

Hoy es el último día que la organización recibe piezas. El 28 de agosto se presentarán los vídeos por Youtube. En algunos pueblos de la Ribera como Guzmán, Sotillo y Pinillos se usará una zona común para proyectarlos en una gran pantalla. «Así, los vecinos de cada municipio, sobre todo las personas mayores, podrán ver los cortometrajes», añade García.