El Mirandés rechazó en enero un millón en traspasos

R.C.G.
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El club prefirió no debilitar el equipo pese a tener la oportunidad de hacer caja con la venta de algunos futbolistas. La cantidad se hubiese conseguido por más de un futbolista, como Malsa o Merquelanz

Malsa y Merquelanz presionan a Odegaard en la vuelta de semifinales. Ellos fueron dos de los jugadores que pudieron irse en el mercado de invierno. - Foto: Truchuelo

El Mirandés podía haber hecho caja este mercado invernal pero no quiso desarmar el equipo. La posibilidad de pelear en la zona alta y la Copa hicieron que el consejo de administración rechazara ofertas importantes por algunos jugadores. Entre todos los traspasos, el club podía haber ingresado más de un millón de euros "pero entendimos que era mejor no debilitar la plantilla. Hay veces que el dinero tiene que estar en segundo plano", confiesa Alfredo de Miguel. 

La venta que más efectivo hubiera dejado en las arcas rojillas hubiese sido la de Malsa, pero el Mirandés dejó claro a todos los que preguntaron por el centrocampista que no tenía intención de desprenderse de un jugador clave salvo que se abonaran los 750.000 euros de su cláusula de rescisión. Ninguno llegó a esa cifra aunque algunos pusieron sobre la mesa cantidades importantes. 

Merquelanz también estuvo cerca de dejar Anduva en enero ya que varios equipos de Primera seguían sus pasos y estaban dispuestos a abonar una compensación al Mirandés porque la Real Sociedad rompiera el acuerdo de cesión. Sin embargo los rojillos hicieron todo lo posible por mantener en sus filas a un futbolista determinante que es el máximo realizador del equipo. 

Álvaro Rey o Guridi también recibieron propuestas para dejar Anduva, negociaciones que durante un mes mantuvieron en vilo a todo el mirandesismo. De hecho Andoni Iraola manifestó en más de una ocasión que el mejor fichaje invernal sería conservar a todos. Al final el técnico pudo cumplir su deseo ya que los mandatarios rojillos priorizaron la buena marcha deportiva sobre el beneficio económico. "Tenemos una buena oportunidad de pelear por cosas importantes y estábamos inmersos en la Copa, así que no nos planteamos vender aunque era un ingreso importante para un club modesto como nosotros y que además tiene que acometer dentro de poco tiempo obras en el campo con fondos propios", asegura De Miguel respecto a los movimientos que hubo durante el mercado invernal y las ofertas que rechazó. 

Hasta la fecha el traspaso más caro en la historia del Mirandés es el de Lago Junior, que a mitad de la temporada 2015-16 abandonó Anduva para recalar en el Mallorca. La operación dejó en las arcas rojillas 240.000 euros, una cantidad que este año se podía haber visto superada con creces.