...y El Plantío fue una fiesta

R.M.
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La afición disfrutó con la victoria y con el juego del equipo, que se mostró superior a su rival

La grada disfrutó en la jornada de ayer y una vez que el equipo se puso por delante el estadio fue una fiesta continua. - Foto: Jesús J. Matí­as

La de ayer fue una jornada redonda para el burgalesismo. El equipo  ha dado esta semana un paso adelante y la grada lo celebró. Los aficionados arrimaron el hombro y así se lo reconoció Julián Calero en la rueda de prensa. «Han estado de matrícula de honor», destacó el madrileño. 

Yes que hubo tiempo para todo. La marea blanquinegra tuvo que arengar a los suyos cuando llegó el jarro de agua fría que supuso el 0-1. El Plantío respondió y  el equipo se fue a por su oponente. Llegó el empate y a partir de ahí el disfrute. Los burgalesistas intuían que estaban ante una tarde especial en la que el equipo remonta a uno de los rivales más fuertes de la categoría.

El equipo dio motivos a los suyos para que se emocionaran, para que animaran y para que soñaran con una victoria plena de intensidad y de empuje. Yes que en el estadio blanquinegro gusta que los suyos se dejen todo en el terreno de juego. El Burgos CF tuvo una marcha más que su oponente y cada uno de los duelos que ganaban los de casa era celebrado por el público.

El segundo gol hizo que el estadio estallara. Además llegó en una gran jugada y con una definición excelente. A partir de ese momento comenzó la fiesta y es que el equipo dio muestras de tener la situación controlada, pese a que el Huesca dio un paso adelante en busca del empate. El éxtasis se pudo vivir en el añadido cuando Álvaro Rodríguez, uno de los favoritos de la grada, hizo el tercero y puso la guinda. 

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