Frente común para convertir Burgos en el Valle del Hidrógeno

G. Arce
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Las principales fábricas de la provincia se interesan por la generación de esta energía alternativa mediante la instalación de paneles fotovoltaicos e hidrolizadores propios, iniciativa liderada por Iberdrola y FAE

Obras de Iberdrola para la instalación del parque eólico de Las Rebolledas, el verano pasado. - Foto: Valdivielso

El hidrógeno renovable, el que se genera a partir de las electrólisis del agua utilizando fuentes eólicas, solares o la biomasa, aspira a ser uno de los puntales de futuro de la economía burgalesa como ya lo son la automoción o la agroalimentación. Ese es el objetivo que persiguen dos de los proyectos actualmente en marcha, liderados por la UBU y por la patronal FAE en colaboración con Iberdrola, respectivamente.

El primero, el consorcio industrial del Valle del Hidrógeno, busca posicionar a la provincia como uno de los principales productores, almacenadores, distribuidores y consumidores de este combustible natural, limpio y sostenible, considerado clave para impulsar la descarbonización de la economía y frenar el cambio climático.

El proyecto ‘H2RB Hidrógeno Renovable Burgos’, como así se denomina técnicamente el Valle del Hidrógeno, ha sido recogido en una Manifestación de Interés y presentado ante el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) para optar a los Fondos de la Nueva Generación, 144.000 millones en préstamos y ayudas financieras de los que España dispondrá para afrontar la crisis del coronavirus. El Miteco ya adelanta que destinará más de 1.500 millones hasta 2023 para impulsar esta energía, por la que apuesta como motor de la reactivación tras la crisis sanitaria.

Burgos ha presupuestado inicialmente su apuesta por el hidrógeno verde en 53 millones de euros, aunque el calado de la misma puede ser mucho más ambicioso si el tejido industrial y la sociedad local en general se posiciona a favor de esta fuente energética, enmarcada dentro de la política del Green Deal europea, la neutralidad climática en un horizonte de 30 años (2050).

Así lo considera Andrés Hernando, consejero delegado de Hiperbaric y principal estratega del consorcio que lidera la UBU y en el que también están participando, de entrada, el Ayuntamiento de Burgos y diferentes industrias asentadas en la ciudad como Adisseo, Gonvarri, Gamesa, Hiperbaric y Desmasa.

Los pilares del Valle del Hidrógeno descansan, por un lado, en el gran potencial de energía eólica instalado en la provincia. Más de 2.000 MW repartidos entre 83 parques con 1.483 aerogeneradores, cuya energía limpia puede facilitar la electrólisis del agua necesaria para generar el gas verde a través de grandes hidrolizadores. Es, explican, un desarrollo perfecto para aprovechar la totalidad de la energía eólica que se produce y para dar una nueva salida, asentada en territorio, a toda la industria renovable que acoge la provincia y que seguirá en crecimiento en el futuro.

Asimismo, en el mismo territorio, concretamente, en Hontomín  ya está operativo un almacén natural que inicialmente se enfocó hacia la captura de dióxido de carbono (CO2) pero que ahora redirige sus esfuerzos hacia el hidrógeno verde, convirtiéndose con esta especialización en una planta de almacenamiento estacionario experimental única en España.

Hernando destaca como pilar clave en estos proyectos el papel que puede jugar la industria burgalesa (la química y la metalúrgica, principalmente) y su alto potencial de aportación a la cadena de valor de la economía hidrógeno, tanto como consumidora del mismo como un combustible limpio alternativo al gas natural, como por generadora de tecnología que permita nuevos desarrollos en torno a esta energía. Es el caso de Hiperbaric, que ha empezado a comercializar el primer compresor de hidrógeno de altas presiones para la recarga de los depósitos de las hidrogeneras, las estaciones que abastecerán de este gas.

«Aquí disponemos de puntos de consumo muy importantes de hidrógeno en la industria, lo que permitiría solventar el actual problema de demanda que existe de esta energía, porque la movilidad por hidrógeno -en el transporte pesado, principalmente- es aún muy escasa y tampoco hay hidrogeneras para el abastecimiento en ruta».

A este respecto, reflexiona, Burgos también se ubica en un enclave geográfico estratégico para la implantación de hidrogeneras experimentales que permitan el repostaje de camiones y autobuses, los vehículos en los que más posibilidades de primera implantación y éxito tiene este gas alternativo a los combustibles fósiles.

En este sentido, el Ayuntamiento -que también participa en el Valle del Hidrógeno- ya ha comprometido su uso en la flota de autobuses urbanos e incluso se ha mostrado dispuesto a ceder terrenos municipales para instalar una hidrogenera en la ciudad.

Industrias. Pero el proyecto liderado por la UBU no es el único. El pasado miércoles se celebró una primera toma de contacto para impulsar un segundo proyecto impulsado por Iberdrola y que cuenta con el respaldo de FAE.  Se trata, básicamente, de la instalación de plantas fotovoltaicas de autoconsumo en las industrias, instalaciones dotadas con hidrolizadores que permitan generar hidrógeno verde para su uso alternativo a los combustibles fósiles (gas natural, principalmente) en los procesos productivos.
Es un proyecto «con futuro y subvencionado por los fondos europeos», subraya el presidente de FAE, Miguel Ángel Benavente, que genera importantes ahorros energéticos, reduce emisiones de efecto invernadero y tiene claras ventajas medioambientales. A la presentación de esta iniciativa acudieron  multinacionales locales como Grupo Antolin, Bridgestone, Adisseo, Ferroli o Benteler, entre otras, alguna de las cuales ya están embarcadas en el nuevo futuro del hidrógeno.

(Toda la información, en la edición impresa de Diario de Burgos)