Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Tanques para Ucrania

26/01/2023

Un conflicto bélico genera numerosas contradicciones entre lo que se ha dicho y luego es necesario hacer para tratar de que tenga un final lo más rápido posible y un menor número de víctimas y consecuencias. En el caso de la invasión de Ucrania por parte de Rusia es evidente quien es el agresor y el agredido, el responsable de la guerra y su víctima. El tic imperialista del presidente ruso, Vladímir Putin, y la inacción de la comunidad internacional cuando se anexionó Crimea en 2014 son el preludio de una guerra, que va camino de su primer año y sin visos de que pueda terminar a corto plazo, por  cuanto un acuerdo de paz pasa inexorablemente por la retirada de Rusia de los territorios ocupados que ha declarado como suyos.

En una situación en la que Rusia está aprovechando el invierno para reagrupar fuerzas sin dejar de bombardear las ciudades ucranianas y con acciones militares dedicadas a consolidar sus posiciones en el Donbás, Kiev ha solicitado a los países aliados el envío de carros de combate de última generación para hacer frente a los invasores y poder equilibrar el curso de la guerra. La decisión de Estados Unidos y Alemania de proporcionar Abrams y Leopard y de que otros países aliados puedan aportar los suyos significa una mayor implicación de esos países en la guerra. El gobierno de España, no solo como miembro de la OTAN, sino como país dispuesto a defender a Ucrania de una agresión injusta, en el marco de un acuerdo multilateral, también  contribuirá con los carros de combates Leopard que se determine y se ha ofrecido a formar y a preparar a los militares ucranianos sobre su uso.

Desde el comienzo de la invasión rusa, los partidos de la izquierda nacional, herederos del 'no a la guerra', desde Unidas Podemos a EH Bildu pasando por ERC se han manifestado en contra de cualquier decisión  que suponga una mayor intervención en la guerra. Aunque en los últimos meses la ayuda de España a Ucrania había dejado de estar presente en el debate interno en el Gobierno –con Yolanda Díaz apoyando a la parte socialista- al atender a la petición de Kiev se han vuelto a desencadenar las hostilidades bajo la premisa de que  "una escalada bélica" es un gesto que puede tener una respuesta "imprevisible y peligrosa" por parte de Rusia, que no ha cesado de insinuar la posibilidad de que la guerra de Ucrania derive en un incidente nuclear. En cuanto al PP no estaría de más que el Gobierno tratara con Núñez Feijóo sobre este asunto si aún se considera que las cuestiones de defensa y sus implicaciones siguen siendo una política de Estado que ha de estar basada en el consenso entre los dos grandes partidos, y aún más, la ministra de Defensa debiera comparecer en el Congreso para explicar la decisión del Ejecutivo.  

A pesar del salto cualitativo que supone el envío de los tanques alemanes y estadounidenses y pese a las amenazas de Moscú, se trata de evitar por todos los medios que la guerra de Ucrania derive en una guerra entre Rusia y la OTAN. Sin embargo, los gobiernos de todos los países están dispuestos a establecer una barrera de contención ante Rusia porque nada garantiza que detenga sus ansias expansionistas y trate de recuperar otros países que estuvieron bajo su manto durante la época soviética y  le han dado la espalda,  como hizo Ucrania, para adherirse a los organismos multinacionales occidentales.