Cascajares dedica a su iglesia los fondos de 4 años

S.F.L.
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El Ayuntamiento ha invertido unos 70.000 euros en la conservación del único monumento del pueblo

El regidor, Rafael Cornejo, ante el altar, donde la piedra está visible tras permanecer oculta bajo revoco durante décadas. - Foto: S.F.L.

‘La fe mueve montañas’, pero en casos como el de Cascajares de Bureba consigue mucho más que eso. Logra incluso rehabilitar iglesias. El delicado estado de las bóvedas del templo de San Facundo y San Primitivo, que se encontraban prácticamente derruidas y el interior semi-abandonado, conmovió al alcalde de la localidad, Rafael Cornejo, a su equipo político y a varios vecinos, que tomaron cartas en el asunto. Así hace ya cuatro ejercicios que el capítulo de inversiones del presupuesto municipal va destinado íntegramente a la rehabilitación del inmueble gótico.

Gracias a una cuantía que no supera los 70.000 euros el Consistorio no solo ha frenado la decadencia del edificio sino que ha renovado la cubierta de la nave central del templo, ha devuelto a la vida toda la piedra de las paredes del presbiterio, de la pila bautismal y de la capilla de la Virgen del Sagrario -a excepción de la zona del coro alto- para evitar que las filtraciones de agua al interior continuaran deteriorando un inmueble que amenazaba con convertirse en una ruina.

Aún así, todavía queda labor pendiente que se intentará ejecutar durante los próximos años. Según el alcalde, la actuación que «más urge contempla la restauración de las otras dos bóvedas y los muros que rodean el coro». Sin olvidar la sacristía, que actualmente alberga mobiliario y alguna pieza decorativa.

El único monumento destacado del municipio es la iglesia y por ello el equipo de gobierno decidió mantenerlo en buen estado. «Nací, me crié y he vivido toda mi vida en Cascajares. Me daba muchísima pena contemplar día a día el declive del edificio. Forma parte de la historia de nuestro pueblo y debemos intentar conservarle», manifiesta Cornejo, que se lamenta de las «pocas ayudas» que los pueblos pequeños reciben por parte de las administraciones públicas.

En su día la Junta les obsequió con una buena cantidad que destinaron a la reforma integral del tejado. Sin embargo, para adecentar el interior «ni el Arzobispado ni la Diputación ha cooperado», aclara. La pavimentación del exterior del templo y el acceso al mismo también corrió a cuenta del Ayuntamiento.

volteo automático. Con una aportación económica de los vecinos y parte del presupuesto se instaló un sistema automático para el volteo de las campanas, que la última vez que sonaron fue el 3 de octubre para anunciar un bautizo. También se ha modernizado el sistema para que el reloj de la torre sea automático.