A la venta la morada de Zorilla en Lerma

F.T.
-

En su interior no guarda ningún vestigio de la estancia del dramaturgo vallisoletano. Una placa y un poema, dedicado a una lermeña que fue su primer amor de juventud, recuerdan su presencia

Una placa y un poema recuerdan que el poeta vivió en esta casa. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

La casa en la que el poeta y dramaturgo José Zorrilla pasó algunos años su juventud en la Lerma, villa en la que encontró su primer amor, Catalina está en venta tras años sin estar habitada y, según manifiestan los que conocen su interior, sin guardar ningún recuerdo del paso de este ilustre escritor, «porque ha sido reformada y nada tiene que ver con la que en su día habitó Zorrilla».

El inmueble, sito en el caso histórico de la villa ducal, en las proximidades de la excolegiata de San Pedro, en la calle que lleva el nombre del ilustre escritor del Don Juan Tenorio, no goza de una protección especial, «tiene la misma que cualquier otra casa del conjunto histórico, que ya está muy protegido», afirman desde la inmobiliaria que ha tenido a la venta la vivienda. Se trata de una casa en la que lo más llamativo es el dintel de la puerta con dos símbolos de la masonería: la escuadra y el compás. De unos doscientos metros cuadrados, repartidos en dos alturas, el precio de salida era de 100.000 euros, que ahora, apuntan desde la propiedad, que se han reducido a 88.000.

En el destierro de su padre, que llegó a ser gobernador de Burgos, Zorrilla llegó primero a Arroyo de Muñó, de donde descendía su madre y después toda la familia se trasladó en 1833 a Lerma, donde fue acogida por su tío materno, Zoilo Moral, canónigo de la Colegiata de San Pedro, que ocupaba la vivienda que se construyó en tres años antes y ahora se vende, «y que ha sufrido varias reformas, nada tiene que ver con la que ocupó la familia de Zorrilla», aseguran.

En la villa ducal, apuntan en un folleto municipal, Zorrilla vivió sus primeros amores adolescentes y forjó grandes amistades como la que le unió a «Paco Vallejo corregidor de Lerma y protector de su familia» al que dedicó su Don Juan tenorio o al lermeño Segundo Valpuesta, compañero de estudios y del piso donde se hospedaba en Valladolid. La casa que ahora se vende es la huella física de su estancia Lerma, pero lo importantes es la presencia de la villa y el Arlanza en la obra de este escritor.