"El único objetivo de una residencia es dar calidad de vida"

A.G.
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Álvaro da Silva, geriatra y responsable médico de las residencias de ancianos de la Diputación

Álvaro da Silva, geriatra y responsable médico de las residencias de ancianos de la Diputación - Foto: Luis López Araico

Las residencias de ancianos están siendo uno de los focos de mayor morbilidad y mortalidad en esta pandemia por diferentes razones, algunas de las cuales apunta en esta entrevista un gran conocedor del sistema y de la ancianidad. El geriatra Álvaro Da Silva, jefe de sección del Servicio Médico de las residencias de la Diputación, es, además, secretario de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Castilla y León y miembro de los grupos de trabajo de Infecciones, Nutrición y Fragilidad de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. 

¿Por qué la covid-19 se ha cebado tanto en las personas mayores?
Principalmente, porque son personas frágiles, que quiere decir que tienen una serie de patologías acumuladas y una situación en la que cualquier incidencia mínima les puede descompensar. Los mayores, por ejemplo, son especialmente sensibles a cualquier infección. La fragilidad es una situación sobrevenida por distintas patologías pero es reversible. 

¿Todos los ancianos son frágiles por el hecho de ser mayores?
No, no, en absoluto. La prevalencia de la fragilidad está, para mayores de 65 años, en torno al 15% de esa población y más para mujeres que para hombres, que pueden duplicar la cifra. La fragilidad es una situación en la que cualquier estresor que a una persona no le descompensa, a ellos sí. Una caída, una infección, una fractura de cadera, una pérdida de la situación económica previa… hace que se entre en una situación de vulnerabilidad que se traslada en pérdida de fuerza y de autonomía, dejan de comer, tienen un estado de ánimo deprimido... Esta es la población que acaba yendo más frecuentemente a las residencias donde todos los estudios que hay en este sentido establecen que el 58% son frágiles. El objetivo en las residencias es revertir esa fragilidad.

¿Esto ha influido para que sean un gran foco de morbilidad y mortalidad en la pandemia?
En las residencias hay mucha relación social y el contacto, por tanto, es mayor. Además, como ya digo, son personas frágiles, que se descompensan mucho ante cualquier estresor y una infección lo es y de mucha entidad. 

Castilla y León está a la cabeza de la mortalidad en las residencias con Madrid, Cataluña y Castilla-La Mancha. ¿A qué cree que se puede deber?
Tenemos una tasa de envejecimiento mucho más alta que otras comunidades, más del 25%, y también la población en residencias es mayor.

¿Había algún déficit del que partían las residencias que haya podido provocar esta situación, además del obvio envejecimiento de la población?
Hay residencias de todo tipo. En general, funcionan bien y hacen un esfuerzo importante por hacer las cosas bien con los recursos que se tienen y algunas no tienen tantos. ¿Que se ha descompensado el sistema? Evidentemente, a toda residencia le descompensa la entrada de una infección y pone a prueba un funcionamiento que no está diseñado para que ocurra esto. Ha habido residencias sin casos pero incluso en estas hay que estar expectantes porque es posible que empiecen con uno solo y se extienda como ha ocurrido en las demás.

¿Qué opinión le merece que la Fiscalía haya iniciado varias investigaciones en residencias?
Tiene la obligación de vigilar que las cosas se han hecho bien y que se han puesto todos los recursos necesarios para el cuidado de los mayores. 

¿Teme que estas investigaciones saquen a la luz que los cuidados no han sido óptimos en muchos de esos centros?
Creo y espero que no. Pero el que tengamos una vigilancia externa por parte de la Fiscalía de lo que se está haciendo es bueno para todos.

La Junta ha puesto en marcha los Equipos Covid Residencias para prestar apoyo a estos centros. ¿Cree que funcionan bien?
Sí, es un sistema de consulta al que se puede acceder desde cualquier residencia para despejar dudas sobre qué hacer en algunos casos, ver cómo están evolucionando los tratamientos o el ajuste de la medicación, qué hacer con determinados pacientes. Yo creo que sí está ayudando.

¿Esto ha puesto en evidencia que muchas residencias no tienen los suficientes recursos propios para atender a los mayores?
Pues es posible. Yo conozco las grandes y las públicas pero es posible que algunas hayan necesitado determinado tipo de ayuda.

¿Cree que, en general, se actuó a tiempo a la hora de aislar a los pacientes enfermos?
Se hizo en función de los recursos y las limitaciones de cada centro, lo que ocurre es que para poder sectorizar hacía falta un elemento clave, que eran los diagnósticos y han tardado muchísimo tiempo en poder acceder los mayores a recibir un test rápido y un PCR, que es el que nos dice cómo sectorizar y clasificar a los pacientes. Hasta que no se hicieron no pudimos organizar los centros correctamente.

¿Ahora se están haciendo?
Sí, ya se ha hecho una primera determinación con test rápidos y ya se está procediendo a realizar el test rápido diferenciado con el cual los que están aislados permite sacarles del aislamiento para poder hacer vida normal.

¿Hay muchas diferencias entre residencias públicas y privadas?
Los recursos de personal en las públicas son, en general, mayores y la sustitución de las bajas se hace de modo más rápido. En algunas privadas se ha hecho bien, en las grandes se ha hecho bien, en la medida de sus posibilidades.

¿De qué cree que ha podido depender que en unas residencias haya habido muchos fallecimientos y en otras, ninguno?
De muchas cosas, de las personas ingresadas, de su situación basal (porque fallecen, principalmente, por complicaciones de otras patologías) y aunque estén tratadas correctamente otra patología de base hace que se descompensen y puedan fallecer.

Pero es cierto que las que antes intuyeron el problema y se cerraron se han podido preservar mejor…
Sí. Cuanto más movimiento ha habido en las residencias, más posibilidades ha habido de que se produjeran contagios. El hecho de que ahora haya alguna residencia sin ningún afectado no significa que no lo vaya a tener en un futuro. 

¿Qué explicación tiene desde la Geriatría que muchos octogenarios, nonagenarios y hasta centenarios se hayan curado?
¡Claro que se han curado! Hay que hacer aún muchos estudios pero puede haber cuestiones genéticas o de que no hay una correspondencia entre la edad cronológica y la edad que dice el DNI… Los mayores de 90 y de 100 se pueden curar perfectamente, también y  les ha habido asintomáticos como buena parte de la población general.

¿Cuáles son los principales errores que se han cometido?
Es pronto para decirlo, habrá que estudiarlo con calma. Quizás el retraso en la obtención de test para saber qué personas estaban contagiadas y eran transmisoras -tanto trabajadores como mayores- y poder aislarlas.

¿Cuál es su opinión al respecto del debate ético que se  planteó en el país -aunque aquí en la UCI no lo hubo- de limitar los tratamientos en función de la edad? ¿Una persona de 85 años tiene menos derecho a un respirador que una de 35?
En absoluto, de ningún modo, no es una cuestión de edad. Esto en Geriatría lo llamamos edadismo y significa atribuir a la edad problemas que tienen que ver con otras causas. A mí me consta que aquí no se ha planteado ni se planteará una limitación por edad. 

Una de las singularidades de esta enfermedad es que los pacientes tienen que estar aislados. ¿Cómo le afecta esta soledad a una persona de edad? ¿Se pueden encontrar medidas que aúnen la atención sanitaria y el acompañamiento?
Este sí que es un problema importante. Lo sé por experiencia, que he estado casi tres semanas aislado y es duro y a un mayor le puede afectar más si tiene ya un déficit funcional o cognitivo. No es fácil solucionarlo porque es una situación de emergencia y de seguridad. Hace ya unos días que nos estamos planteando el tratar el aspecto psicológico del confinamiento y en función de los recursos de cada sitio así lo hacemos, sé que hay fisios trabajando con las personas confinadas y también los terapeutas ocupacionales, se están haciendo videollamadas a las familias. También los no aislados lo pasan mal porque después de pasar muchas cosas en su vida (guerras, penalidades) están asustados, angustiados y ver sus familias a través de videollamadas les ayuda.

¿Cómo les afecta saber que en su franja de edad hay un número tan elevado de fallecimientos?
Están aterrados pero algunos los manifiestan y otros no. Se nota en las conversaciones, por eso es tan importante que los cuidadores habituales hagan un ejercicio de empatía y de aproximación emocional porque de esa manera se encontrarán mejor. Pero tienen el mismo miedo que todos los demás.

¿El mismo que gente más joven?
El mismo. Quizás los más jóvenes lo afrontamos con otros recursos como una información más profunda pero ellos quizás no entienden que se les va a tratar, si enferman, con todos los medios posibles y con el máximo de cuidado que el sistema puede dar.

Su sociedad científica ha recomendado que se incrementen los recursos médicos y de Enfermería de las residencias. ¿Cómo es posible que se tenga que recordar algo tan básico? 
Porque en los últimos años ha habido un concepto en el que las residencias son un sitio al que las personas van para estar viviendo ahí, simplemente viviendo, pero quien va a una residencia no es porque quiere sino porque  no le queda otro remedio, y van las personas frágiles a las que hay que tratar desde el punto de vista geriátrico y no de los cuidados básicos. Ir a una residencia no es ir a jugar a las cartas y a asegurar la comida, porque eso se puede hacer en casa. El personal médico y de Enfermería no es todo lo suficiente que debería ser en general. La valoración geriátrica la debe hacer un médico, una enfermera, un trabajador social, un fisioterapeuta y un terapeuta ocupacional, y el equipo profesional en las residencias debe ser completo. Si falta alguna de las figuras falta alguna de las atenciones.

¿Hay residencias en las que falta alguna de estas figuras?
En algunas no están el tiempo suficiente.

¿Tiene que ver el hecho de que muchas grandes empresas se hayan metido en el negocio de los geriátricos y busquen su ganancia con que haya bajado la calidad de la atención?
Siempre que el objetivo sea diferente a la atención geriátrica para el mantenimiento de la funcionalidad, el estado cognitivo y de calidad de vida del mayor al máximo no va a ser lo ideal.

¿En qué debería cambiar a partir de ahora la atención a los mayores en las residencias?
El equipo profesional debe estar completo -médico, Enfermería, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, auxiliares de Geriatría- y ser una constante en todas las residencias. Y ha habido una tendencia a no hacerse o a que no haya. La atención médica y de Enfermería se ha recibido de los centros de salud pero es el equipo geriátrico el que da calidad de vida y mantiene la funcionalidad de los mayores.

¿Cómo se entiende que la Geriatría no sea una especialidad más desarrollada en España, que es uno de los países más envejecidos del mundo?
No se entiende.  

¿Tiene que ver con que no se considera rentable?
Es la especialidad más rentable que hay. Si se hace una buena valoración geriátrica y se establece un plan de cuidados no resulta caro ni el diagnóstico ni la intervención. No se ha ce porque no se entiende. En hospitales donde hay geriatra en planta y en urgencias y donde hay camas de convalecencia para ir unos días tras un proceso la evolución siempre es mejor. 

¿Haría falta en el HUBU una unidad de Geriatría?
Por supuesto que sí.