Hubo que esperar hasta bien avanzada la gala, pero al final el nombre de Mariano Marín sonó anoche en el Teatro Arriaga de Bilbao. El creador burgalés levantó el Premio Max a Mejor composición musical para espectáculo escénico por su trabajo en Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban), de Nueve de Nueve Teatro. Un montaje que vivió una noche dulce a orillas del Nervión. Se llevó también la estatuilla a Mejor labor de producción en la vigésimo cuarta edición de estos galardones entregados por la Fundación SGAE. 

El pradoluenguino se enfrentaba a su primera nominación individual (ya estuvo en la terna final en 2016 por su labor junto a Ricardo Miluy y Pablo Martín Jones en la obra El desierto) y ha llegado y besado el santo. Con él, también eran finalistas Clara Peya, por Suite TOC número 6, y Shuarma, líder del grupo Elefantes, por su trabajo en la pieza Antoine. 

Mariano Marín paseó por la alfombra roja del teatro vizcaíno con el resto del equipo de Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban), propuesta que se acercó al público burgalés el pasado 18 de septiembre en Cultural Caja de Burgos, y subió al escenario a recoger su primera manzana con antifaz. Porque, aunque en una entrevista este verano afirmaba no ser muy de premios, recibir uno siempre significa reconocimiento y emociona levantarlo.