Si Albert Einstein planteó la teoría de la relatividad, centrada en las leyes de la física, a Woody Allen se le atribuye la de la comedia moderna. Que es la suma de una tragedia a la que se le aplica el paso demoledor del tiempo. Otros llevan más atrás la idea y se la adjudican a Mark Twain. Lo que no dejó claro, fuera quien fuera el autor de la fórmula, es cuánto tiempo tiene que pasar para que se produzca esa transformación y podamos reírnos de aquello que antes vivimos como un drama.

A mí me da la sensación de que esa distancia temporal se acorta cada vez más. Y que va a llegar un punto en que se nos va a matar en un accidente un tío abuelo (un suponer) un día y al siguiente ya nos estaremos riendo de lo pesado que nos caía.

Ahora, le pones un micrófono a un personaje público y se viene tan arriba que no tiene pudor en frivolizar con los aspectos más peliagudos de la realidad.
Ahí está la secretaría de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Martínez, a la que le gusta que le llamen por su apodo 'Pam'. Y le viene bien. Lo suyo es 'pim, pam, pum'. Apuntar con el micrófono y disparar verborrea soez.

En un país que todavía busca explicaciones a los más de 100 agresores sexuales que han visto reducida su condena (y más de una docena puestos en libertad), y donde hemos arrancado el año a casi una víctima mortal de violencia de género por día, se le ocurre a la Pam frivolizar sobre la salida de violadores a la calle.

Ante la escandalera que se ha montado, esta lideresa gallega de Podemos (licenciada en Filosofía) ha respondido con lo de siempre: Que han tergiversado sus palabras, que son ataques de la ultraderecha. Y tal y tal. Me pregunto si a las mujeres que han sufrido algún ataque machista o de carácter sexual les hará alguna gracia esa película que anuncia Pam: 'Los violadores a la calle'.

Puestos a elegir frivolidades, casi me quedó con la lucrativa venganza de Shakira. Ha logrado ponerle ritmo y letra a su despechada ruptura con el guaperas Piqué, que la dejó por una más joven. Con el platal que le va a dejar la grabación, seguro que su consuelo necesita menos tiempo que la ecuación del viejo Woody. O quien fuera que la formuló.