El año 2022 dio un respiro al tejido empresarial de la provincia después de tres ejercicios consecutivos marcados por la pérdida de empresas. Los datos del último Directorio Central de Empresas, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sonríen a los intereses de Burgos en un contexto socioeconómico tan delicado como el actual.
Ya antes de la pandemia se rompió la tendencia positiva registrada en los ejercicios anteriores. El año 2019 comenzó con 26.031 negocios dados de alta, pero entonces comenzó un paréntesis negativo multiplicado por el impacto directo de laCovid-19 a partir de marzo de 2020. En tres años la cifra total disminuyó hasta 25.238, por lo que Burgos perdió en ese espacio 793 empresas. Un dato tan frío como esclarecedor.
Incluso, se corría el riesgo de que ese 3% de pérdida aumentara en los últimos meses. La inflación desbocada, la crisis energética, el alto coste de las materias primas y las consecuencias de la guerra de Ucrania fueron nuevos desafíos a sortear por los empresarios de la provincia.
A pesar de las dificultades, el parque burgalés aguanta el envite. 'Solo' son 153 negocios más registrados en este informe de los últimos 12 meses, menos del 1%, pero esas 25.931 empresas contabilizadas suponen una bocanada de oxígeno en estos tiempos.
«2022 no ha sido un mal año, después de todo», resume Iñigo Llarena. El responsable del departamento jurídico de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) resume los buenos datos relacionados con el empleo y el crecimiento de las exportaciones, las hipotecas y el turismo. Siempre, teniendo en cuenta el contexto actual y otros factores como los «altibajos» protagonizados por la industria. «Se ha visto una bajada del consumo y se nota con los ERTE aprobados en algunas empresas», matiza.
La «perspectiva» dibujada hace 12 meses era pesimista por la crisis y, finalmente, este año se cerrará «de manera similar a 2021». Sin embargo, esta incómoda sensación de incertidumbre aún afectará en el futuro a corto y medio plazo «a pesar de la moderación de la inflación» y de otros aspectos como la bajada puntual del combustible.
Este bienvenido incumplimiento de las previsiones iniciales tiene su efecto en el DirectorioCentral de Empresas compartido por el INE. El informe relacionado con la actividad burgalesa se apoya, en gran medida, en el impulso protagonizado por el sector de la sanidad, la educación y los servicios sociales (un 3% más), los personales (2.7% de crecimiento) y el resto del sector servicios (2.2% al alza).
También la construcción (0.7%) y, sobre todo, las inmobiliarias protagonizaron un crecimiento que roza un destacado 4%. Las 1.412 empresas registradas en este sector superan las 1.357 al cierre del año 2021, números positivos que contienen el descenso firmado por la industria (1.2% a la baja) y el epígrafe formado por el comercio, el transporte y la hostelería con un descenso del 1%.
Sin embargo, el responsable del departamento jurídico de la patronal recuerda que los datos del DirectorioCentral de Empresas tiene sus particularidades porque pueden incluir a autónomos y a empresas constituidas en otro lugar, pero con sede en la provincia.
Las cifras de creación de empresas en la provincia que maneja FAE detalla la presencia de 252 nuevos negocios en los primeros nueves meses del año, un detalle importante que refleja un ritmo inferior al de otros ejercicios anteriores a la pandemia.
Castilla y León. Sea como fuere, la tendencia positiva se repite, de forma general, en el resto de la Comunidad y en el conjunto de España, con 3.430.663 negocios registrados. Solo Zamora y Palencia pierden negocios en el año que está a punto de finalizar, siempre tomando como referencia los datos del Directorio Central de Empresas.
Por su parte, la provincia de Segovia experimenta el mayor impulso de Castilla y León con un crecimiento del 1% en los últimos 12 meses. Esta provincia y Valladolid son las únicas cuyas cifras relacionadas con la industria mejoran las que cerraron el año 2021.