El turismo rural despega con fuerza en La Bureba

S.F.L.
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Los datos siguen con una tendencia al alza, sobre todo en Frías y Tobera, pero Poza de la Sal, Briviesca y Oña no logran mejorar los de antes de la pandemia. Los viajeros extranjeros se dejan ver más

La ermita de Tobera es uno de los monumentos más visitados de la zona. - Foto: Jesús J. Matías

El turismo rural despegó con fuerza en la comarca burebana durante el pasado año pero no lo suficiente como para alcanzar las cifras registradas en las Oficinas de Turismo en 2019 antes de la llegada de la pandemia. A pesar de que Briviesca, Poza de la Sal y Oña han visto como el número de viajeros que les han visitado ha incrementado respecto a 2021, tan solo Frías y Tobera superaron por más de 5.600 personas los mejores datos recopilados hasta el momento, superando los previos al confinamiento. La ciudad más pequeña de España, perteneciente a la Asociación de los Pueblos más  bonitos, ha recibido en los últimos doce meses a 73.550 turistas. 

Ambas localidades, separadas por dos kilómetros de distancia, han comprobado como el turismo creció en un 8, 4% con respecto al anterior ejercicio, marcado el primer trimestre por las restricciones por el coronavirus. Las intervenciones para embellecer el pequeño núcleo de Tobera, la zona de las cascadas, el interés por conocer la ermita de Santa María de la Hoz y la apertura del bar-restaurante Entre pozas consiguieron llamar la atención del cien por cien de los visitantes que se dejaron ver en Frías. La procedencia continuo por las mismas líneas y fueron los castellanoleoneses los más animados, seguidos de los vascos y los madrileños. Por nacionalidades, los franceses y los ingleses. Como curiosidad, desde la Oficina aseguran que hace meses recibieron a los primeros turistas de Baréin. Por otro lado, el éxito del área de autocaravanas aumentó y se registraron 1.284 pernoctaciones, 369 más que el año pasado. 

La amplia programación cultural, deportiva y de ocio que ofrece Briviesca animaron a cantidad de viajeros a conocer la ciudad y sus alrededores. Atrás quedaron los prósperos años en los que se alcanzaban casi las 40.000 personas, aunque la capital burebana obtuvo un ligero ascenso de visitantes respecto a 2021, de 16.643 a 24.417, por lo que continúa en el ranking como la segunda localidad de la comarca más visitada. La vuelta de las celebraciones tuvo que ver en la subida, al igual que el impulso del turismo de interior, ya que «hemos detectado un alto número que los pueblos de la comarca han sido elegidos como destino vacacional y muchos grupos nos solicitaron información sobre rutas de senderismo y patrimonio cercano», aclaran desde Turismo. La iglesia Conventual de Santa Clara volvió a convertirse en la gran protagonista y los peregrinos del Camino de Santiago Vía de Bayona demandaron el servicio del albergue a raíz de su apertura. 

Programación todo el año. Oña se posiciona como la tercera en el listado de los municipios más vistos y en torno 17.793 pasearon por sus calles frente a los 15.000 del la anterior anualidad. El Festival de Magia o el de Cortometrajes, la representación de El Cronicón o la exposición del Jardín Secreto atrajo a un público diferente. Al igual que a Poza de la Sal, que consiguieron que sus cifras engordaran un 10% en doce meses hasta llegar a los 16.500 foráneos. Las visitas guiadas en el casco histórico y las salinas son sus mayor atractivos.