«Hay que manejar la fuerza del grupo y mantener la humildad»

J.C. MORENO
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Julián Calero, entrenador del Burgos CF, analiza en una amplia entrevista la primera vuelta de la Liga y asegura que en la segunda tendrá mucha importancia el mercado de invierno y el potencial económico de los equipos más fuertes de la categoría

«Hay que manejar la fuerza del grupo y mantener la humildad» - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Julián Calero habla abiertamente de la primera vuelta de su equipo. Destaca el rendimiento de sus jugadores, su compromiso para lograr un hito histórico, con la cuarta plaza después de las 21 jornadas disputadas, posición de play off de ascenso a Primera División. Más cauto se muestra sobre la segunda vuelta y las opciones de su equipo de mantenerse en lo más alto de la clasificación. Cree que será determinante el mercado de invierno y el potencial económico de los equipos más importantes de la categoría para reforzar sus plantillas. Sin embargo, espera que el Burgos CF también pueda acceder a este mercado de invierno y pueda reforzar algunas de las líneas. También admite que Michu le ha trasladado la opción de renovar su contrato, aunque él prefiere aplazar esta decisión y estas conversaciones para los meses de enero y marzo.

¿Cómo valora esta primera vuelta de su equipo?
El Diario de Burgos la calificó como sobresaliente y me parece una definición buena viniendo del contexto que venimos. Si fuésemos un equipo recién descendido de Primera no sería sobresaliente, sería un aprobado. Pero siendo un equipo joven en el fútbol profesional hemos acabado en puestos de play off. Sabemos que será difícil acabar en esa posición, pero ha sido un gran éxito. ¡Que nos quiten lo bailado! Ya veremos lo que pasa en la segunda vuelta, qué podemos hacer, qué herramientas tenemos y qué contexto nos viene. La gente de Burgos ve la clasificación y ve que su equipo está en play off de ascenso a Primera División. Espero que lo disfruten, que lo pasen bien en estas fiestas, pero que sean realistas. Me parece que es una clasificación histórica y es un motivo para estar muy contentos.

Es evidente que el equipo ha crecido, y mucho. ¿Cuáles son las claves de ese crecimiento?
Creo que son varias. Los jugadores que llegaron con nosotros desde la Segunda B ya se sienten jugadores de Segunda A, ya no hay complejos de ningún tipo. A eso hay que unirle que se ha acertado con el perfil de jugadores que han venido, se ha tenido paciencia en el mercado a pesar de que había voces que decían que esto iba a ser un drama. Creo que también tiene una parte importante del éxito la continuidad que se le ha dado a una forma de jugar, a un modelo. Los jugadores que se quedaron con nosotros eran nuestra guardia pretoriana, convencidos de lo que estábamos haciendo; y los que han llegado se han subido a ese carro.

Quedó claro en verano que uno de los principales objetivos fue mantener el bloque defensivo. ¿Esos eran los cimientos del nuevo proyecto?
Sí. Esa era la zona que menos teníamos que tocar, había sido la más estable. A partir de ahí intentamos darle un punto diferente.

Pero hubo un cambio en defensa, con la salida de Álvaro.
Sí. Llegó Borja y estaba Raúl Navarro, que pasó al medio centro porque se lesionó Andy, y se trajo a Areso. Lo que hicimos fue mantener el bloque defensivo y a partir de ahí la dirección deportiva y yo estábamos convencidos de que teníamos que darle otro aire a la parte de arriba, encontrar jugadores que nos diesen un punto diferente.

¿Le resultó difícil prescindir de Juanma y Alfonso?
Sí. Los quería mucho y tenían muchas posibilidades de quedarse pero al final el mercado ha provocado que no continuasen. Y ahí no entro. Nosotros no podíamos llegar al Albacete en ciertas cantidades y en cuanto a Alfonso es un tema que se enquistó. Hubo un desacuerdo.

¿Y surge entonces la operación Caro?
Eso ya estaba previsto. Dani Barrio viene cuando se enquista mucho la opción de Alfonso. Nuestra primera opción fue siempre renovar a los dos porteros. La operación de Caro estaba ya en marcha. El Valladolid tenía cuatro porteros, todos ellos importantes, y pensábamos de José Antonio Caro podía venir. Estábamos convencidos que era nuestra mejor opción y así se ha demostrado. Él sabía dónde venía. Conmigo solo había jugado 14 partidos y sin embargo se vino porque estaba convencido que era aquí donde tenía que estar, y así lo hablé con él.

En esta primera vuelta hubo dos bloques. Uno, hasta la derrota en Lugo; y a partir de entonces que comenzó con el triunfo en Las Palmas. ¿Tenía claro que lo primero era ganar esa solidez defensiva?
Sí porque había muchos jugadores que llegaron a última hora. Afrontamos las tres primeras jornadas con un bloque muy definido, muy fuerte defensivamente, esperando que el mercado avanzase y así llegaron Mourad, Gaspar o Curro. Hicimos de ello nuestra forma de jugar. Era una barbaridad estar tantas semanas sin encajar un gol, es ilógico. Nos agarramos a esas bases defensivas y fuimos sumando puntos. Eso nos fue dando fuerza y por eso acabamos esas once primeras jornadas bien colocados.

Y luego el equipo dio un paso adelante, sobre todo en ataque.
El bloque defensivo ya estaba formado, había una base. Mi madre me decía que si tienes un buen caldo y le echas arroz, sale bueno; si le echas fideos, también sale bueno. El caldo era bueno y había que echarle el puntito diferente y ese puntito era lo de arriba. Queríamos a Curro a toda costa porque nos podía dar ese punto diferencial. Somos un bloque. Curro, Gaspar, Bermejo, Artola o Juan Hernández no tienen la responsabilidad defensiva pero sí tienen que ayudar, colaborar.

Hay un crecimiento deportivo evidente, pero también psicológico.
Esa fortaleza mental viene por la confianza que te van dando los resultados. Te ves fuerte, capaz de ganar en cualquier sitio, se crea una fortaleza de grupo. Te hace más poderoso pero es también peligroso y hay que manejarlo muy bien, mantener la humildad.

(La entrevista completa e información sobre el partido de Copa de hoy ante el Eldense, en la edición de papel de Diario de Burgos)