La apuesta del Gobierno central por la ruta logística que conectará Algeciras con Zaragoza es cada vez más firme. El llamado «corredor central» va cobrando fuerza a lo largo de los últimos meses, con sucesivos anuncios de grandes inversiones, una planificación estratégica que servirá también para conectar la meseta con el País Vasco dando un enorme rodeo y que amenaza con tener consecuencias negativas para Burgos.

Si además de la competencia del corredor mediterráneo surge la del corredor central, y se aprovecha para potenciar las comunicaciones con la frontera francesa a través de Aragón, infraestructuras como la línea convencional Madrid-Valladolid-Burgos y sobre todo el Directo por Aranda de Duero quedarán en un segundo plano.

Esta semana el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) anunció la adjudicación de la redacción del proyecto de adecuación de gálibos de pasos superiores en la bautizada como «autopista ferroviaria», entre el extremo sur de España y la capital zaragozana. El encargo efectuado a cuatro empresas que se presentaban en UTE sale por algo más de 2,2 millones de euros y con su enrevesado nombre se expresa la intención de adaptar la altura de los puentes existentes sobre la vía «a los nuevos tráficos» que se esperan en el futuro.

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