No hay resurrección, ni siquiera reencarnación. Mistweaver dejó de existir como banda en noviembre de 2017, al cumplir 20 años sobre los escenarios. Fin de la historia, etapa concluida, se acabó lo que se daba. En el último concierto, en el que participaron todos los músicos que pasaron por la formación, se anunció que dejaban pendiente un disco. No esperaban que fueran a pasar tres años, pero distintos avatares de la industria musical ha impedido que sea antes. Y aquí está, vivito y coleando.
El disco póstumo de la banda de death metal melódico, Swan song, gira en torno al concepto de «muerte», una idea completamente premeditada porque ya sabían que se acababa la historia del grupo. Le cantan al deceso en todas sus formas, en la vida como término, hablando del más allá, sobre la muerte elegida... Todo, con el estilo con el que nacieron y por el que fueron evolucionando a lo largo de sus dos EP y seis discos: «Al principio nos encajaron en el death metal por englobarnos en un estilo, pero era más doom (riffs graves cargados de fuertes distorsiones y tiempos musicales más lentos) o incluso heavy. El último disco suena más a death metal porque la afinación es ahora más grave y los temas son rapiditos pero sigue teniendo la melodía característica», señala Raúl Puente, guitarra y voz del grupo.
Sobre la posibilidad de que la banda pueda volver a reunirse, aunque solo sea para presentar el disco, Puente no augura renacimientos. «No nos merecería la pena volver. El trabajo que lleva mover un grupo y activarlo después de tener un proyecto aparcado para tocar a 500 kilómetros por 300 euros es descorazonador. Salvo que nos convirtamos en una banda de culto y el regreso sea un aliciente».
Su estilo de música, reconoce, «no se lleva en España», pero se quedan con las críticas de este último disco donde les definen como la banda «referente» o «abanderada» del death metal en nuestro país. «Para los que están metidos en este rollo no hemos pasado desapercibidos». Grabado en La Puerta Negra, el CD está a la venta en su web o a través de las compañías Base Record y Necromance Record; en verano saldrá en vinilo y casete.