Calidad Pascual aplicará un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a 300 personas de todo el grupo y a unas 25 ó 30 de su fábrica de Aranda de Duero. Así lo confirmaron ayer diferentes fuentes sindicales, que detallaban que la medida se comunicó oficial e internamente en la empresa el pasado jueves. Esas mismas fuentes explicaban la peculiar situación de la compañía alimentaria, que no tiene representación sindical al uso, las grandes siglas como UGT o CCOO no están en el comité de empresa, sino que este está formado por un sindicato blanco, es decir, compuesto desde dentro de la propia entidad.
Más tarde fue la misma Calidad Pascual la que confirmaba la noticia, que sin dar cifras, ni de trabajadores afectados ni de fechas de aplicación, no desmiente los datos aportados por los sindicatos, que afirman que la duración del expediente de regulación irá desde este mismo mes de junio hasta el próximo mes de diciembre. Fuentes de la compañía detallan que "este ERTE está centrado en personas adscritas a la actividad de hostelería, tanto en comercial como áreas de soporte y en fábrica, se trata de operarios ubicados en las salas que fabrican los productos que se realizan para hostelería".
Asimismo, desde la empresa apostillan que este área de trabajo representa "un porcentaje muy minoritario en nuestro complejo de Aranda". Algo que también concuerda con el dato facilitado desde los sindicatos, ya que 30 trabajadores es una parte muy pequeña de la amplia plantilla que tiene la marca en la capital ribereña.
Respecto a la duración de las medidas temporales, las palabras de la compañía coinciden con los datos aportados por los sindicatos, que apuntan a una duración de más de medio año, es decir, desde junio hasta diciembre de 2020. Las fuentes de la propia empresa explican que "este procedimiento se va a presentar debido a que la regulación actual de los ERTEs por causa de fuerza mayor no permite la flexibilidad de reincorporación suficiente al desescalado que prevemos en la vuelta a la normalidad de la hostelería". Recuerdan que los expedientes de fuerza mayor "acaban el 30 de junio" y ellos prevén que "la vuelta a la normalidad del sector hostelero se va a producir a lo largo de lo que resta de año". "Siempre en el escenario más favorable que no se puede dar por seguro", puntualizan.
Por último, desde Calidad Pascual recuerdan que están "ante circunstancias coyunturales sobrevenidas", pero insisten en que su "proyecto empresarial sigue tan sólido como siempre". "Seguimos apostando por la garantía del empleo durante todo 2020 y mostramos una enorme confianza en la solidez económica del país y de su tejido empresarial que va a hacer que, con el esfuerzo de todos, salgamos antes de la crisis y volvamos a la normalidad", concluyen desde el interior de la compañía.
Noticia inesperada. La aplicación del expediente de regulación de empleo en Calidad Pascual es una noticia inesperada para todo aquel que haya seguido las noticias de la compañía a lo largo de la crisis sanitaria. Desde el inicio del estado de alarma, la empresa alimentaria ha sostenido que la demanda de alimentos se mantenía, aunque también dejaba entrever el problema de la hostelería. "Estamos realizando un esfuerzo muy considerable. La gran demanda en los grandes centros de distribución se contrapone a la situación en otros canales como la hostelería, que se ha detenido por completo. Corremos igualmente el riesgo de que muchas de las ventas de hoy sean aplazadas y limiten el consumo más adelante", afirmaban en marzo desde la empresa.