Burgos cerró el 2021 con la cifra más baja de abortos voluntarios de los últimos 24 años: 338, según datos oficiales de la Consejería de Sanidad. La estadística de interrupciones voluntarias siempre se publica con un año de retraso, porque, aunque es una prestación incluida en la cartera de servicios de la sanidad pública, suele externalizarse, por lo que lleva tiempo reunir y consolidar las cifras. En este caso, el balance ya permite comprobar que el hecho de que en la provincia haya ginecólogos que practican abortos en centros sanitarios de Sacyl tiene un impacto directo: Burgos es la provincia en la que más interrupciones financia la sanidad pública (78% del total).
El balance de la Consejería de Sanidad es muy completo e incluye numerosas variables sobre el perfil y la situación socioeconómica de quienes deciden interrumpir su embarazo en toda la Comunidad. En Burgos, por ejemplo, casi un tercio (108) convivían con una pareja y ya tenían hijos en el momento del aborto;el 28,6% habían cursado estudios universitarios; y cerca del 60% tenían trabajo, la mayoría por cuenta ajena.
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