Achacan a «jóvenes de Vitoria» peleas y suciedad en Miranda

JUNIOR VIEIRA
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Vecinos y locales de la calle Ramón y Cajal expresan su hartazgo. Las restricciones al ocio nocturno del País Vasco han acentuado la situación

Aspecto de un tramo de la calle Ramón y Cajal. - Foto: A.B.

Vecinos y comercios de la calle Ramón y Cajal denuncian el constante incremento de peleas en Miranda cada fin de semana durante los últimos meses. La mayoría protagonizadas por «jóvenes de Vitoria», explican los locales de la zona.  Las restricciones de ocio nocturno vigentes en el País Vasco han provocado una situación que «no hay quien la domine», añaden. Botellas vacías, vómitos e incluso gotas de sangre han sido algunos de los desperfectos que han tenido que limpiar con sus propias manos y que se repiten cada sábado y domingo. 

El límite horario y la obligación de contar con el pasaporte covid para acceder a discotecas han provocado que muchos jóvenes se acerquen y opten por Miranda para irse de fiesta. Un cambio de ciudad que según cuenta un cliente de estos establecimientos lleva a muchos a «buscar pelea» y a «intentar robar». Sobre la presencia del cuerpo de policía en la zona explica que «antes estaban a última hora cuando cerraban para evitar esto,  ahora están casi desde el principio de la noche». Las peleas se suceden desde hace mucho tiempo en los alrededores de los locales, pero expresa que «la gente que viene de fuera al estar en otra ciudad les gusta más hacer el mal». 

Estas discusiones y enfrentamientos se escuchan a lo largo de toda la calle  y «a las 6 de la mañana ya se empiezan a oír gritos», explica uno de los establecimientos. Durante el pasado fin de semana una de las peleas acabó con una alcantarilla suelta y un varón ensangrentado, tal y como afirman testigos de la misma. El conflicto comenzó cuando un hombre amenazó a otro con la propia rejilla de la misma, aunque finalmente se trató de una botella lo que le acabó lanzando. Esto le provocó heridas en la cabeza, cuya sangre acabó por los pavimentos de la calles contiguas. «Se veían gotas en la acera», explica la dueña de un local de la zona, quién tuvo que limpiarlo ella misma con «baldes de agua». Estas situaciones se repiten cada fin de semana y «es algo habitual», confirma el propietario de un comercio contiguo. Una zona de Miranda considerada como «caliente» y  «conflictiva», añade.

La suciedad impera a lo largo de toda la calle y los afectados explican que «lo que está pasando, no ha ocurrido nunca» (...)

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