900 personas ceden su olor para usar en búsquedas y rescates

S.F.L.
-

La Unidad Canina de Rescate de Cubo de Bureba recopila gasas que reducen el tiempo de localización de un desaparecido

Un vecino de Santa Olalla de Bureba entrega la gasa impregnada con su olor a los miembros de la agrupación. - Foto: UCAS DE ARRATE.

Te doy mi olor corporal para que me salves la vida. La Unidad Canina de Rescate Ucas de Arrate realiza este trueque desde hace tres años. Los miembros de la entidad crearon un banco de olores corporales para utilizarlos en posibles búsquedas de personas con sus perros de una forma más rápida. El arranque costó porque la gente no comprendía bien los conceptos, pero en los últimos meses han conseguido superar las 900 muestras de vecinos de una veintena de localidades de la Bureba, Las Merindades e incluso de fuera de la provincia, que han ido a parar a la base general.

Los aromas personales que han recogido hasta el momento de manera voluntaria los custodian en botes que quedan clausurados hasta el momento en el que reciban un aviso en el caso que desaparezca una persona participante. La toma de muestras se lleva a cabo con gasas esterilizadas que los individuos portan en el bolsillo de alguna prenda de ropa o en sus manos durante mínimo 12 horas hasta un máximo de 24, para después depositarlas en un recipiente plástico. En principio, tienen una validez de algo más de tres años y permanecen custodiadas en el la sede de Ucas en Cubo de Bureba, de esta manera garantizan la privacidad de cada una de ellas. 

La Unidad de Rescate y Salvamento diseñó en 2019 un protocolo de actuación para que si en un momento un sujeto se extravía, a parte de llamar a los equipos de emergencia como la Guardia Civil y Bomberos, esta pueda optar a utilizar el olor de ese vecino y así los perros que intervengan disponen de la pista directa para comenzar la búsqueda cuanto antes. En este tiempo únicamente ha saltado la alarma en una ocasión, cuando una mujer de edad avanzada de Santa Olalla de Bureba desapareció. «Solo había transcurrido media hora cuando la familia nos avisó de lo ocurrido, cogimos su muestra y nos dirigimos al pueblo. Hubo suerte porque no hizo falta utilizarla ya que la anciana apareció antes de que llegáramos», explica Valeriano de la Fuente, miembro de la agrupación.

El proyecto Cada minuto es vida pretende llegar al mayor número de localidades del territorio ya que, en caso de que un vecino se despiste o sufra un accidente y su olor no lo tengan registrado, antes de iniciar el rastreo se verían obligados a dirigirse al domicilio del individuo y tomar una muestra que no estuviera contaminada, algo muy complicado por el uso de colonias, cremas y otros productos. «En un rescate el tiempo es vital, y si contamos con el aroma del desaparecido se acelera el procesos y ganamos horas», aclaran desde Ucas.  

Monasterio de Rodilla, Berzosa, Zuñeda, Cornudilla, Los Barrios, Cubo, Oña o Cillaperlata son algunas de los pueblos que contactaron con los promotores de la iniciativa para que recogieran los olores de sus vecinos. No obstante, animan a que mayores y pequeños participen porque si ocurre una desgracia, «estas gasas pueden salvar vidas. En algunas poblaciones grandes solo hemos recopilado muestras de seis individuos, sin embargo en los menos poblados han colaborado casi todos los ciudadanos», añade. Los colectivos interesados en donar su aroma (ayuntamientos, residencias de ancianos, asociaciones) deben contactar con los voluntarios, que acudirán el fin de semana elegido de manera altruista. 

Drones y voluntarios. Tras firmar un convenio de colaboración con la empresa Drones Cantabria, la Unidad participará en búsquedas de personas  de las que se perdió la pista hace años. Además de usar dichos aparatos, los voluntarios del proyecto Huella amiga colaborarán en las actuaciones que iniciarán fuera de la región.