La ilusión de subir a un escenario para cantar con otros compañeros delante de un público más allá de familiares y amigos, los nervios previos y los aplausos posteriores, la camaradería con participantes de otros colegios, la oportunidad de descubrir una nueva pasión... Se alargan las bondades de Cantania, un proyecto educativo-musical exportado desde el Auditorio de Barcelona que implica a los escolares en la interpretación de una cantata compuesta expresamente para la ocasión. La Fundación Caja de Burgos recupera este programa durante este curso tras el parón obligado por la pandemia. 932 alumnos de 18 centros educativos de Burgos, Lerma, Miranda de Ebro y Huerta de Rey, más 25 profesores, se han inscrito en esta edición, que celebrará sus conciertos finales el lunes 29, martes 30 y miércoles 31 de mayo y jueves 1 y viernes 2 de junio en el escenario de la avenida de Cantabria.
Hasta 2019, último año en el que tuvo lugar esta actividad, el desarrollo en Burgos se planteaba como una extensión del que montaba el Centro Miguel Delibes de Valladolid, ya que el espacio catalán no firmaba convenios con entidades privadas, pero en esta ocasión el desarrollo será 100% made in Burgos. Esto significa que los músicos profesionales y solistas que acompañan a los pequeños viven aquí.
Fundación Caja de Burgos ultima la formación instrumental y orquestará un casting el martes para elegir a los dos intérpretes solitas de los protagonistas, Daniel y Sara, padre e hija. Los interesados pueden enviar su currículum a educa@cajadeburgos.com hasta el lunes. La selección se realizará el martes, durante la primera jornada de formación con docentes de este proyecto que se alarga todo el curso.
«Queremos dar cancha a los músicos locales. Antes, al hacerlo en colaboración con el Delibes, los compartíamos y la agrupación venía impuesta», ahonda Beatriz Rodríguez Unamuno, del área de Cultura e Innovación Educativa de la Fundación Caja de Burgos, y aclara que en cada edición en función de la necesidad de instrumentos variará este combo.
La propuesta de este curso, Las puertas del mundo, compuesta por Raquel García-Tomás y con libreto de Bernat Castany Prado, cuenta la historia de una niña ciega que vive en una gran ciudad y pide a su padre viajar por el mundo, como hace Phileas Fogg, el protagonista de La vuelta al mundo en 80 días. La familia no se lo puede permitir, pero el progenitor tira de imaginación, sube a su hija en el metro y recorren la ciudad hasta volver de nuevo a su edificio. Sus vecinos proceden de distintas partes del mundo e irán tocando puerta a puerta para conocer otras culturas y países a través de su mirada.
«Una de las partes más interesantes del proyecto es que cada curso se encarga una nueva cantata por lo que cada año tiene un estilo de música y una temática diferentes. Esto permite a los colegios abordar de manera transversal, en otras asignaturas, algunos de los asuntos que toca, en este caso, la inclusión social, la multiculturalidad..., además de que son los propios niños los que confeccionan el atrezo para la puesta en escena final», destaca la representante de la Fundación Caja de Burgos, que en esta iniciativa va de la mano de la Asociación de Profesores de Música en Educación Primaria.
«Lo valoran muchísimo y lo defienden como una herramienta educativa muy potente, que permite trabajar muchas cosas con los niños, genera un ambiente especial en las aulas y es muy colaborativa», traslada Rodríguez Unamuno.
Las jornadas de formación de los profesores que se encuentran al frente, la unión de escolares de distintos colegios durante el ensayo previo a las actuaciones finales y la oportunidad de salir al escenario acompañados por músicos profesionales afloran entre los atractivos de Cantania, dirigido a los últimos cursos de Primaria, 5º y 6º, o a los coros de cada centro.
Ignacio Nieto y Verónica Rioja llevan la batuta escénica y musical de esta edición y se alternarán durante las funciones que llenarán de niños las tablas.