María Albilla

Plaza Mayor

María Albilla


'Niksen'

12/04/2022

Decir que vivimos a toda pastilla se ha convertido en algo tan tópico como real. Tal vez usted ni se acuerde de cuándo ha sido la última vez que se ha parado a no hacer nada. '¡Niña!', pensarán algunos, 'a ver si te crees que yo me puedo dedicar a la vida contemplativa'. Bueno, pues sí. Es una opción, al menos para un ratito, y no estaría haciendo nada nuevo ni nada extraño porque lo de pararse a pensar ya lo inventaron los griegos y mira la que liaron. Eso sí, son los neerlandeses los que han sublimado el concepto niksen al arte de no hacer nada.

En tiempos de pandemia, de guerras, de huelgas y de locuras transitorias como la de dejar limpias las baldas de los supermercados por si acaso, igual sí que ha llegado el momento de pausar la vida, pero no para mirar el móvil, hacer la lista de las cosas que le vas a contar a tu madre o la regañina que le va a caer a tu hijo por desordenado cuando venga del instituto. No, todo eso forma parte de la vida del homo agitatus. Mi propuesta es frenar, parar… y ya está. Nada más. Ni nada menos.

Para lograrlo les puede ayudar una mandarina. Hace unos días me atendió un camarero bastante simpático, aunque un poco pasado de revoluciones, con el que entablé una breve conversación después de que me recomendara el postre. Además de servir mesas los fines de semana, el resto de días conducía un camión. Una profesión dura y solitaria, concluimos. No sé si es muy ortodoxo que un conductor pele mandarinas mientras conduce, pero me contó que para que no le venciera el sueño podía tardar hasta 35 minutos en pelar una mandarina. Retirar la corteza poco a poco, quitar cada nervio, despojar a cada gajo de los restos de fibra… y así durante más de media hora. Me pregunté si sería capaz de hacer lo mismo sentado en el sofá de su casa y también si sería capaz de hacerlo yo. Parar y aburrirme durante 35 minutos, dejar la mente en blanco con la ayuda de una simple mandarina... Aún no lo he logrado, pero sí me ha puesto en el camino del menos hacer y más ser.