La crisis con Argelia le cuesta 6 millones a firmas burgalesas

L.M.
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El conflicto diplomático iniciado tras reconocer el Gobierno de España la soberanía marroquí del Sáhara Occidental ha reducido a la mitad las relaciones comerciales entre ambos países

La fábrica de Ubisa ha suprimido los envíos hasta el país africano, aunque apenas representaban un 1% del total de sus ventas. - Foto: Luis López Araico

Hace ahora casi un año, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez remitió una carta al rey de Marruecos en la que reconocía el plan de autonomía de esa nación para el territorio del Sáhara Occidental. El cambio de postura del Ejecutivo español chocó de frente con las intenciones de Argelia, que tradicionalmente ha apoyado las reivindicaciones del Frente Polisario y criticado la actitud de Marruecos.

Este conflicto diplomático, que en vez de aliviarse parece haberse enquistado, le ha costado a las empresas burgalesas ya 6 millones de euros. A nivel nacional se calcula que el impacto económico alcanza los 650 millones. En 2021 las exportaciones entre la provincia y la nación norteafricana alcanzaron los 10,5 millones de euros, principalmente bienes de equipo (maquinaria industrial) y semimanufacturas (acero, metal...). En cambio, 2022 cerró con envíos valorados en 4,6 millones de euros, una caída del 56%.

La economía argelina sigue reclamando bienes de equipo mayoritariamente, aunque en un volumen notablemente inferior. De los 5,6 millones dentro de este capítulo que se tramitaron en 2021 se ha pasado a los 3,3 del 2022. Además, las semimanufacturas han pasado de 2,7 millones a 0,4. El comercio con todo tipo de productos de agroalimentación, por otro lado, ha caído hasta cero frente al millón que se certificó en 2021. Parte de la explicación reside en la prohibición de introducir en ese país ciertos productos como por ejemplo la carne de vacuno.

Aunque la cooperación energética continúa, las relaciones comerciales han quedado muy tocadas. La congelación del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación suscrito en 2002 supuso en duro golpe para muchas compañías burgalesas. Algunas de las más relevantes como Kronospan, Ubisa o La Flor Burgalesa han sufrido en sus propias carnes la cancelación de los acuerdos que tenían suscritos con firmas argelinas. En la multinacional austriaca dedicada al sector de la madera era habitual el envío de productos mediante barcos. Sin embargo, estas operaciones han quedado totalmente suspendidas a la espera de una posible reactivación en el futuro.

El hilo de acero para reforzar la estructura de los neumáticos que elaboran en Ubisa también ha dejado de cruzar el Mediterráneo. Apuntan desde la factoría de Villalonquéjar que los envíos, que representaban menos del 1% del total de sus ventas, han quedado también cancelados tras el estallido del conflicto.

Revés por partida doble. La Flor Burgalesa tenía en Argelia un filón muy importante a la hora de dar salida a su producción. El director de la planta lamenta que el inicio de la crisis se haya llevado por delante uno de sus mejores mercados. «Hace cuatro o cinco años era el país a donde más exportábamos», recuerda Ángel Juan Pérez. La imposición de unos duros aranceles a la importación que estableció el Ejecutivo para fomentar el producto local en 2018 y posteriormente la crisis con España de 2022 han terminado por dar la puntilla a estas operaciones.

El horizonte a corto y medio plazo no es nada halagüeño para las compañías burgalesas. El conflicto corre el riesgo de cronificarse, lo que supondría unas pérdidas mucho mayores para las firmas de la provincia. En 2018 las exportaciones desde Burgos hasta Argelia alcanzaron los 16,4 millones de euros, una cifra que se ha ido no obstante reduciendo de forma paulatina hasta los 4,6 millones del 2022.