Leonardo corta la primera oreja de la Feria

LETICIA ORTIZ
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En la corrida de rejones solo triunfó el extremeño. Lea Vicens y Óscar Borjas conectaron con el público, pero no remataron sus faenas

Leonardo corta la primera oreja de la Feria - Foto: Jesús Javier Matías.

El extremeño Leonardo tocó pelo ante su primero tras una labor firme y solvente frente a un toro complicado al que había que ganarle la partida en cada lance con mando. Vibrante, además, fue su actuación a lomos de Calimocho. Oficio volvió a mostrar el extremeño ante el rajado cuarto, que embistió a arreones, rompiendo el ritmo de la faena.

Lea Vicens, por su parte, demostró una vez más su conexión con los tendidos del Coliseum. Un fenómeno que se repite año tras año. Ni siquiera la nula condición del segundo de la tarde le robó ese entendimiento con el público. Aunque su mejor faena fue ante el quinto, con más movilidad, que le permitió disfrutar a lomos de Aladín y Bético, sobre los que dejó llegar a su oponente a terrenos muy comprometidos. El acero emborronó su faena.

Lo mismo ocurrió -y por dos veces- con Óscar Borjas que, pese a todo, cuajó una gran tarde. Una vez calmó los nervios -se notaron en el rejón de castigo del tercero- el burgalés dejó una actuación vibrante y eléctrica, como acostumbra, pero también más pura en los embroques que en ferias anteriores. Tiró menos de recursos y trucos de doma -los hubo- para templarse más delante de la cara del toro. Hubo menos carreras y más verdad en una tarde que, de haber rubricado con el rejón de muerte, hubiera quedado como de las mejores de su trayectoria en el coso burgalés. Y si hay que destacar un caballo, aunque Sorpresa en el sexto y Whisky, tan torero como espectacular en el tercero, estuvieron soberbios, sería Pichi, sobre el que el rejoneador burgalés dejó quiebros imposibles, de milimétrica perfección, que levantaron a unos tendidos que, ahora sí, volvían a la vida tras la pandemia.

(Toda la crónica de la corrida de rejones este domingo en la edición impresa de Diario de Burgos)