Los pensionistas de más de 80 años continúan a la baja

GUILLERMO ARCE
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Es un colectivo de 25.400 personas cuyo número ha ido en descenso desde que se desató la pandemia. El resto de tramos de edad de las clases pasivas crece y también la factura mensual de la Seguridad Social

Los ancianos alcanzaron su pico de pensionistas antes de la pandemia. - Foto: C. Castrillo

Han transcurrido treinta meses desde que se desató la pandemia en España y, aunque se ha ido recuperado la normalidad en muchos ámbitos de la vida, hay otros, como es el caso de los registros de pensionistas de la Seguridad Social, que siguen acusando la crisis sanitaria y todos los daños colaterales que ha conllevado (agravamiento de otras enfermedades, soledad, aislamiento, problemas mentales, etc.). El número de pensionistas (82.801 en datos de junio) sigue en crecimiento, como corresponde a una provincia muy envejecida, pero a partir de los 80 años las cifras se mantienen a la baja y, hasta la fecha, no logran recuperar los techos que se alcanzaron en febrero de 2020.

La Seguridad Social tiene registrados 25.468 pensionistas mayores de 80 años en datos del pasado mes de junio. Suponen el 30% del total de los que cobran mensualmente una pensión en Burgos, ya sea de jubilación o de viudedad, principalmente. Su número se ha reducido en 624 perceptores desde el estado de alarma. Llama la atención el hecho de que entre los grandes ancianos, los mayores de 85 años, febrero de 2020 marca del récord histórico de pensionistas (16.385). A partir de esa fecha los registros acusan una paulatina bajada, hasta los 16.148 contabilizados en junio.

 Se ha roto la tendencia que se registraba los últimos veinte años, pues el número de ancianos se ha duplicado desde 2005 y no había dejado de crecer anualmente hasta la llegada del coronavirus.

Estadísticamente es difícil atribuir esta desaparición de pensionistas a la covid, pues los datos que periódicamente facilita la Junta de Castilla y León fluctúan y en los mismos no se especifica en cuantos casos la muerte se produce como consecuencia directa de un contagio o con el positivo confirmado.  

El caso es que, recurriendo a los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE), los últimos dos años (2020 y 2021) se ha alcanzado la tasa bruta de mortalidad más alta de los últimos 47 años (desde 1975). En 2020, durante el pico alto de la pandemia, se registraron 13,46 defunciones por cada millar de habitantes en la provincia y en 2021 fueron 11,21 por millar, tasa ya prepandémica.

La esperanza de vida, a ojos de los estudios del INE, también ha acusado el bache sanitario como se preveía, aunque tiende a recuperarse. En 2020, este índice cayó desde los 84,5 años de promedio en la provincia a los 83,15, y en 2021 ya recuperó la senda del crecimiento sumando el año perdido, con 84,53 años, lo que, tarde o temprano, tendrá un reflejo en los balances de pensionistas de la Seguridad Social.

Por sexos, la evolución favorece claramente a las mujeres y con mucha diferencia. Su esperanza de vida es hoy de 87,67 años, sumando más de un año con respecto al aciago 2020. Los hombres, mayoritarios en las pensiones de jubilación a partir de los 80 años, sitúan su expectativa de subsistencia en los  81,61 años (6 años menos que las mujeres) y todavía no han recuperado el número de años máximo que se alcanzó en 2019. 

En consonancia con los datos de esperanza de vida y volviendo a los registros de la Seguridad Social, la cifra de mujeres pensionistas crece desde 2020, hasta alcanzar las 10.314 actuales, 36 más que antes del comienzo de la pandemia. Por contra, los hombres batían récord histórico en 2020 (16.107 pensionistas entre los grandes ancianos) y hoy son 273 menos (y bajando).

Efecto sustitución. Las bajas entre los más ancianos no han tenido reflejo en las cuentas de la Seguridad Social. Es más, la nómina de todas las pensiones (jubilación, viudedad, incapacidad permanente, orfandad y favor familiar) ascendió a 106,5 millones de euros en Burgos el pasado mes de junio, casi 10 millones más de lo que se abonaba antes de la pandemia.

La pensión global media de 82.801 pensionistas se ha encarecido en 100 euros por persona, pasando de los 1.067 de febrero de 2020 a los 1.165  del pasado junio. 

La pandemia y sus consecuencias no han afectado al fenómeno del efecto sustitución que atenaza a las cuentas de la Seguridad Social. Se siguen extinguiendo las pensiones de jubilación y de viudedad mínimas, de 500 o 600 euros mensuales, y se incorporan las de mayor carga de cotización, que pueden alcanzar los 2.820 euros.