La construcción del futuro centro cívico de Fuentecillas, el gran proyecto en el que el Gobierno de coalición del PSOE y Cs tiene puestas sus esperanzas en este mandato tras fracasar en su intento por transformar la calle Vitoria, por levantar un nuevo polideportivo en San Pedro y San Felices o por derribar este mandato el Mercado Norte, pende de un hilo. Porque aunque en el área de Servicios Sociales se aferran a no querer dar por perdida esta inversión, su máxima responsable, la concejal socialista Sonia Rodríguez, reconoce que los próximos días serán claves para intentar «salvar» la iniciativa. Si no hay avances decisivos el Ayuntamiento se verá obligado a renunciar a levantar una dotación presupuestada en 4,5 millones de euros.

Tan delicado es el momento que ayer la UTE conformada por Gedesbur y Collosa, la adjudicataria del contrato, acudió a la hora marcada para la firma del acta de replanteo (lo que daría el pistoletazo de salida al inicio de las obras) y puso condiciones. Recordó un escrito que ya presentó el pasado mes de junio en el que solicitó la rescisión del contrato ya que, según fuentes municipales, asegura que los precios de los materiales se han disparado y sin una garantía de que se le vaya a compensar por ello no puede asumir los trabajos.

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