La Universidad de Burgos retoma su actividad académica este lunes sin que la sexta ola vaya a cambiar sus protocolos de actuación. Se mantiene la presencialidad, no solo en la labor docente sino también en la realización de los exámenes, a los que se enfrentan la mayoría de los alumnos del campus hasta que el 9 de febrero comiencen las clases del segundo semestre del curso. A pesar de todo, el rector, Manuel Pérez Mateos, es consciente de la elevada tasa de contagios y de las posibilidades de que esta se note en las aulas, por lo que confirma que los estudiantes que den positivo o tengan que hacer cuarentena por ser contacto estrecho, tendrán garantizada su evaluación sin perder convocatoria estableciéndose una segunda fecha para tal fin.

La medida, en línea con lo que anunció recientemente el ministro de Universidades, Joan Subirats, ya está contemplada en las guías docentes de la UBU, aunque en la práctica, al haberse producido pocos casos, dicha opción se dejaba al criterio de cada centro o incluso del profesor, que es el que tiene que evaluar las circunstancias de cada alumno. En este sentido, Pérez Mateos avanza que se reunirá con los decanos de los centros la próxima semana para «coordinar» las medidas a seguir y establecer de entrada dos fechas de exámenes ante la previsión de que se produzca un alza de los positivos, tal y como está ocurriendo en otros sectores.

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