En apenas un par de semanas podrá toparse con payasos, acróbatas, bailarines, cómicos, magos y comediantes mientras pasea por el centro. Sin otro telón que la brisa y con una oferta repartida por la ciudad, las compañías tratarán de atraer al público de todas las edades con música, carruseles, efectos especiales, magia y las incógnitas que esconden todas las historias. El 22 Festival EnClave de Calle recupera la normalidad después de la pandemia y reparte sus butacas por los espacios urbanos entre el 9 y el 11 de septiembre con más de un centenar de funciones y alguna que otra novedad.
Aunque son varios los escenarios, el festival ha tenido siempre en el Espolón su centro neurálgico y el Teatro Principal ha servido de refugio cuando las condiciones climatológicas no permitían las representaciones al aire libre. Ahora que el edificio isabelino celebra el 25 aniversario de su reapertura, el EnClave de Calle (que cumple 22 ediciones) quiere darle un abrazo simbólico incluyendo ese espacio en su programa. Dos recorridos especiales y complementarios -con alguna que otra sorpresa- permitirá conocer tanto el alma como las tripas del Principal contando historias y andanzas divertidas relacionadas con el teatro.
Estas funciones y las del ya clásico circo en el Parral serán de las pocas actividades que requieren adquirir una entrada. En el parque de la jira se instalará este año una compañía italiana, MagdaClan, integrada por artistas menores de 35 años. Fundada hace diez años, es una agrupación de circo contemporáneo que viaja con una carpa azul en la que da cobijo a escenarios surrealistas, frágiles equilibrios y acrobacias colectivas.
Con funciones el viernes, sábado y domingo, presentarán el espectáculo Emisfero en el que homenajean al ser humano y su capacidad para hacer equilibrios a diario en el circo de la vida (se me olvidaba decir que la ironía es parte también de su concepción del arte) y en la que para mantenerse sobre la cuerda floja tan importante es lo que hace el cuerpo como lo que piensa (La mente es como un paracaídas. Solo funciona si está abierto, recuerdan que decía Albert Einstein).
El otro gran guiño de esta edición es la concentración en las escaleras del CAB, en la calle Valentín Palencia, de artistas y compañías integradas por mujeres. Un modo de destacar su trabajo y potenciarlo, dado que casi siempre es más difícil que sobresalga a pesar de la calidad de las propuestas.
El Festival EnClave de Calle regresa también con espectáculos de pequeño formato y montajes delicatessen, con artistas en el Espolón, los cuatro Reyes, el monasterio de San Juan o el parque del Doctor Vara, que se apunta a una edición en la que, además de la participación de compañías locales y nacionales, habrá siete agrupaciones procedentes de países como Argentina, Italia, Francia o México.