«Estoy muy motivado porque me veo mejor que nunca»

ÁLVAR ORTEGA
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Nadie en España ha corrido más rápido que Dani Arce un 3.000 obstáculos en 2022, por eso a sus 30 años el atleta olímpico sueña con llevarse su primer oro en el Nacional y brillar en el Europeo y en el Mundial, citas para las que ya tiene mínimas

Dani Arce, atleta burgalés. - Foto: Patricia

Dani Arce tachó todos sus registros hace una semana en la Diamond League de Roma, en la que logró la mejor marca de su vida en un 3.000 obstáculos (8:14.31) que le convirtió en el líder nacional del año y en el tercer mejor europeo. De paso, logró mínima para acudir al Europeo de Múnich y al Mundial de Eugene. Y es que un año después de los Juegos Olímpicos, el atleta entrenado por Benjamín Álvarez se encuentra en su «mejor momento» y quiere quitarse «la espinita» ganando el oro el próximo fin de semana en el Campeonato de España para llegar lanzado al escenario internacional. Para ello ha entrenado más que nadie.

¿Cómo se encuentra a una semana del Nacional?
Es una cita que está en rojo. Me estoy encontrando muy bien. La preparación de todo el año hace que en estos momentos esté en un gran momento de forma y sin lesiones. Me veo muy motivado y muy confiado. Con ganas de llevarme ese oro que el año pasado se me escapó.

¿Siente que está en el mejor momento de su carrera?
Sí, sí, por supuesto. Me veo más fuerte a ritmos altos, e incluso en carreras lentas estoy explosivo al final.A veces en invierno parece que estás de vacaciones porque no se ve el trabajo, pero ahora es cuando sale el resultado. Estoy muy motivado porque me veo mejor que nunca.

¿Qué tipo de carrera le favorecería más el próximo fin de semana en Nerja?
Me da igual cómo sea la carrera. Voy con la mejor marca y soy un tío que me desenvuelvo bien en el 1.500 metros... y a ritmos altos la marca está ahí. Soy bastante polivalente así que dejaré a los demás que saquen la carrera como quieran.

¿Quiénes serán tus rivales por la medalla de oro?
Es el año que más nivel hay. Están Víctor Ruiz (con 8:16), Sebastián Martos (8:16) e Ibrahim Ezzaydouni (8:14). Somos varios atletas con un nivel europeo bastante alto, cualquiera puede estar representando a España en el Campeonato de Europa de Múnich pero claro, al final los favoritos somos cuatro. Todos venimos con la mejor marca personal y todos queremos ganar. Va a ser bonito de ver y duro de vivir.

¿Qué piensa a una semana de la cita sabiendo que es el rival a batir?
Ha habido carreras en las que llegas con la mejor marca pero con la duda de '¿Y si no estoy como cuando hice ese tiempo?', pero ahora mismo estoy muy tranquilo porque sé que puede salir ese 8:14, incluso menos. La gente de mi entorno también confía en mí y eso me hace estar muy fuerte. Tengo ganas de morder a quien se ponga enfrente.

Tendrá más ganas de conseguir esa medalla después de retirarse el año pasado en Getafe por un problema de agarre con la suela de sus zapatillas.
El Nacional es un objetivo que desde hace ya cinco años tengo grabado. Tengo una espinita de subirme a lo alto del podio. Fui tres años consecutivos subcampeón, el año pasado no pude finalizar y este año voy a por una medalla de oro que tengo en la mira desde hace tiempo.

¿Le ha llegado a obsesionar ser campeón nacional?
No, mi obsesión es el trabajo diario, intentar entrenar lo mejor que pueda cada día. Al final, quiero ser el atleta que más entrene de toda Europa. Quiero llegar a Múnich sabiendo que he sido el que más ha entrenado y el que más ha sacrificado. Eso es lo quiero, luego cruzar la meta el primero ya no depende de mí. Esa es mi obsesión, hacer todo lo que esté en mi mano. Además, mi objetivo primordial es estar en el Europeo y en el Mundial.

Entonces está entrenando más que nunca.
Todos los años, con mi entrenador Benjamín (Álvarez), aumentamos el nivel poco a poco. Él intenta dar una buena base y dar pasos, pero nunca ninguno gigante. Pasos muy firmes. Este año estoy entrenando muchísimo más y mejor que años anteriores. Rebajo tres o cuatro segundos el kilómetro que el año pasado.

Ese compromiso y ese sacrificio será un motivo de felicidad para el propio Benjamín.
Sí, él siempre ha sido un técnico conservador a la hora de buscar citas en el calendario. Para él lo que más prevalece es la salud del atleta y mira, aquí estoy con 30 años sin ninguna lesión grave y con ganas de querer siempre un poco más.

¿Hasta qué punto le influye Burgos y toda la gente que le rodea para llegar al nivel deportivo al que está?
Es fundamental. Es un pilar. Conozco a mucha gente que tiene muchas ventajas, Genética, instalaciones... yo lo que tengo respecto al resto es mi familia, mi pareja, mis amistades, todo mi entorno. Sé que no entrenar en Burgos cambiaría mucho mi rendimiento, no sería el óptimo. Hace cinco años me fui a León pero me tuve que volver. Los atletas tenemos un hábitat y si te sacan de ahí todo se pone más difícil.

¿Cómo fue esa Diamond League de Roma donde logró su mejor tiempo?
Para mí, ir a una Diamond League ya es como jugar una Champions en el fútbol. Y Roma siempre ha sido la que más esencia tiene. Es un espectáculo increíble. La pista de calentamiento está rodeada de figuras de mármol romanas, es espectacular. No quería desaprovechar la oportunidad de competir ahí con un estado de forma tan bueno. Ysalió.

¿Qué tipo de carrera se le presentó aquel día?
Fue muy rápida porque los africanos buscaban el récord del mundo. Quería ser conservador pero hubo un corte empezando la segunda vuelta y tuve que tirar. Desgasté, pero lo tenía muy claro. Quería ir a hacer mi mejor marca y me daba igual el resto. De hecho, estoy tercero en el ránking europeo pero los dos italianos que me ganaron me pasaron a falta de 300 metros. Si el Europeo fuese hoy no me ganarían porque les tengo la matrícula pillada.