La Feria del Descuento es ya un clásico de la agenda del comercio mirandés. Eso sí, este acontecimiento está más vivo que nunca y ha arrancado su XXXVII edición con bastante fuerza. Desde el primer momento de ayer, los comercios que se han apuntado notaron un aumento en el número de clientes. Por ejemplo, Jorge Sáenz, el gerente de la tienda de ropa Pride Miranda, explicaba que «es mi primer año y hoy ya he tenido más gente de la que tengo otros días». Casi según levantó la verja algunas personas entraron impulsadas «por la propia Feria». Además, esa percepción se extendió hacia negocios muy diversos. Es decir, no solo el textil captó fieles, dado que, entre otros, la Librería Estudio o el Centro Dietético tu Salud es Natural también percibieron ese inusual ajetreo mañanero.
Asimismo, prácticamente todos los participantes coincidían en que la cita resulta muy útil, porque «permite dar el remate final a las rebajas», según decía Ana Balanzategui, de Ninfa Complementos. En este local reconocen que «febrero es un mes malo», pero, ante esto, la Feria se alza como una gran oportunidad para «poner en descuento todo lo que va quedando». En resumidas cuentas, como explicaba Sáenz, de Pride Miranda, «es una buena forma de terminar las rebajas y limpiar un poco lo de la temporada de invierno».
Con todo, los comerciantes están siendo testigos de cómo «funciona» este modelo e, incluso, observan que ha empezado a crecer. Sin ir más lejos, en esta ocasión se han sumado otros 8 negocios y ya se superan los 40. Tal vez por ese motivo el día de ayer comenzó con tanto impulso. Eso sí, como explicaba Sáenz, «esto va por rachas», y es que conforme avanzaron las horas el movimiento en las calles descendió. Y con él, las ventas por la tarde también se redujeron.
En cualquier caso, la confianza de que hoy y mañana, cuando acaba el evento, se retome la buena dinámica de ayer a primera hora parece plena si se escucha a los comerciantes (...).
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