Un inicio titubeante

J.A.D.C.
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La Arandina arranca la temporada de la peor manera posible y cae, tras cuatro jornadas, a los puestos de descenso del Grupo VIII

La temporada no ha empezado de la mejor manera para el conjunto ribereño. - Foto: Valdivielso

Corren malos tiempos para la Arandina. El conjunto ribereño ha sumado un solo punto tras la disputa de las cuatro primeras jornadas de liga y ha terminado por caer, tras medirse, eso sí, a equipos como Mirandés B, Real Ávila, Guijuelo o Júpiter Leonés, a la decimoctava posición (descenso), de la tabla clasificatoria del Grupo VIII de Tercera RFEF. Un hecho para nada esperado a principios de curso, y que ha propiciado que cierto pesimismo haya comenzado a instalarse de manera irremediable en el seno de los aficionados blanquiazules pese a lo atractivo de la propuesta sobre el césped este año de la plantilla que dirige Álex Izquierdo.

No se les puede reprochar nada ya que, aunque aún quedan muchas jornadas por delante para poder corregir el rumbo del club, los resultados son, a día de hoy, quienes mandan. En este caso, dictando números crueles pese a la generación de fútbol del equipo (únicamente ha logrado materializar un gol en cuatro partidos tras protagonizar más de veinte acercamientos peligrosos a portería rival), y que han convertido, hasta la fecha, al proyecto 21/22 de El Montecillo en el que peor inicio liguero ha cosechado de la última década.

Seguido de cerca, todo hay que decirlo, por la Arandina que se encargaba de dirigir durante el curso 2013/2014 el técnico leonés Pepe Calvo hasta su posterior destitución en favor de Fede Castaños. Un conjunto que en las cuatro primeras jornadas del campeonato tan sólo pudo ser capaz de sumar 4 puntosa su casillero (los de la victoria ante el Numancia B 4-3 y el empate a cero aplazado ante el Salamanca UDS), y que en el mismo momento de la temporada, se instalaba en decimoquinta posición en la tabla a tan sólo un punto de la zona de descenso.

Ahora bien, tanto en aquella situación como en la que ocurriría años después con el burgalés Diego Rojas en el banquillo (en la jornada cuatro de la temporada 2017/2018 a la Arandina tan sólo le alcanzarían los resultados para ser décima en la clasificación con 5 puntos), la trayectoria negativa de los ribereños terminaría por revertirse. Además de forma sorprendente dado que, en ambas campañas, la entidad del Duero terminaría por recuperar terreno y alcanzar puestos de zona de fase de ascenso con relativa solvencia.

Con relevo en la parcela técnica también (Calvo dejaba su puesto al mencionado Castaños y Rojas hacía lo propio con el también burgalés Javier Álvarez de los Mozos), pero sobre todo, tras un cambio más significativo que físico en sus filas: el de la mentalidad del equipo. Algo que Álex Izquierdo todavía está a tiempo de impulsar entre los suyos y que debería empezar ya este mismo fin de semana con la consecución de la primera victoria del año ante el Ribert.