Durante muchos meses, principalmente desde finales de 2018 hasta principios de 2020, el Juzgado de Primera Instancia 4, especializado en cláusulas suelo y demás asuntos bancarios como el vencimiento anticipado y las hipotecas multidivisa, fue uno de los más sobrecargados de Burgos. Las diferentes sentencias que daban la razón a los clientes y sentaban jurisprudencia dieron el pistoletazo de salida a un aluvión de procedimientos. Pero tras la tormenta llegó la calma, curiosamente después de la pandemia. De hecho, este órgano, que da la razón a nueve de cada diez recurrentes, fue al que menos le costó ponerse al día tras el confinamiento gracias a las vistas telemáticas. En este 2022, ingresa cada vez menos asuntos.

Según los datos facilitados por el propio Juzgado de Primera Instancia 4, entre el 1 de enero y el 30 de junio han ingresado 537 demandas y se han resuelto 764. Por finalizar aún quedan 308, lo que la convierte en unas de las unidades judiciales de la provincia con menos pendencia. De las 768 sentencias dictadas, 752 fueron a favor de los afectados por cláusulas suelos. O lo que es lo mismo, el 97%.

Desde que se especializó este juzgado en 2017 (y así seguirá al menos hasta diciembre), han ingresado cerca de 7.000 procedimientos, lo que representa una media de 2.000 al año. El progresivo descenso se ve reflejado en la cantidad de pleitos que quedan pendientes a final de cada ejercicio. Porque si en 2020 fueron 918, el pasado año el número de casos por resolver bajó hasta los 535, aproximadamente la mitad.

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