Carmen Hernando

Desde la campiña

Carmen Hernando


Distintos pero con los mismos derechos

23/09/2022

Imagínate por un momento que pierdes la movilidad de tu cuerpo y el habla, que no puedes expresarte más que con los ojos. Imagina entonces que, en lugar de buscar la manera de entenderte, se decide que sea otra persona la que tome todas las decisiones por ti. ¿Cómo te sentirías? ¿Ignorado?, ¿discriminado?, ¿impotente?

Este mes se cumple un año de la entrada en vigor de la nueva Ley 8/2021 sobre apoyos a la capacidad jurídica de las personas con discapacidad. Hasta ese momento, las manifestaciones de aquellos que no se podían comunicar como los demás no se tenían en cuenta en el ámbito jurídico. Para que se entienda la gravedad del asunto, pondré un ejemplo: tal y como denunciaba hace unos meses Ángeles Blanco, abogada de ASPACE, debido a la inadmisión de las declaraciones de las víctimas, y dado que estas eran la única prueba de cargo contra el agresor, se han sobreseído tres juicios de violaciones (dos de ellas múltiples y la tercera, una agresión continuada de más de dos años). Parece increíble que esto pueda suceder en pleno siglo XXI.

Pues bien, esta nueva ley introduce un sistema de apoyos para complementar la capacidad de las personas que lo necesiten -ya sea para declarar en un juicio, abrir una cuenta, otorgar testamento o formalizar un contrato- en vez de optar, como antes, por la incapacitación judicial de miles de ciudadanos, anulando su voluntad al sustituir sus decisiones por las de sus tutores. Reconoce así por ejemplo la validez de la Comunicación Alternativa y Aumentativa, que comprende desde la posibilidad de responder con un sí o un no a preguntas cerradas, pasando por el uso de pictogramas hasta la escritura en diferentes formas, por ejemplo.

El empoderamiento, la autonomía y el respeto de los deseos de las personas con capacidades diversas son absolutamente imprescindibles para avanzar en una sociedad más justa e inclusiva, igual que lo fue, no hace tanto tiempo, el reconocimiento de la plena capacidad de obrar de las mujeres en nuestro país o de las personas de color en EEUU. Queda todavía mucho por hacer, pero este es un gran paso que nos dignifica a todos.