La Junta pide calma ante el aumento de casos en la provincia

G.G.U.
-

La reducción de positivos en Aranda permite compensar las subidas en otras zonas. La tasa de contagio en la zona sanitaria de Villarcayo sigue siendo muy alta y ya hay un plan de restricciones diseñado

La población en la zona de Villarcayo está multiplicada estos días. - Foto: Alberto Rodrigo

El vicepresidente de la Junta y la consejera de Sanidad, Francisco Igea y Verónica Casado, fueron ayer categóricos al afirmar en Valladolid que «la situación es preocupante, pero no de alarma» y destacaron que, con los datos que tenían sobre la mesa, no había previsión de nuevos confinamientos. «Queremos desmentir bulos», dijeron, coincidiendo en que tampoco se puede obviar que el panorama es cambiante y que es una evidencia que las nuevas infecciones por coronavirus aumentan cada día. «No son subidas espectaculares, pero hay más casos y los tenemos que parar», remacharon.

Sus palabras se ajustan a la realidad de la provincia, donde el miércoles se confirmaron 46 positivos nuevos en SARS-CoV-2 (una decena menos que el día previo) y 891 en los últimos 14 días. El 62% de ellos (560) se detectaron en la Ribera (en los centros de salud de Aranda Rural, Aranda Norte y Sur), donde ahora sigue habiendo aumento, pero mucho más contenido: si hace una semana notificaban 160 nuevas infecciones diarias, ahora son 13.

Ese descenso en la curva de contagios repercutirá en los próximos días en el balance general de la provincia a dos semanas vista (en el de los últimos siete días ya se aprecia con claridad) y permitirá compensar las subidas en otras áreas sanitarias en las que estos días se han encendido las luces de alarma.

[más información en la edición impresa]