Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Abandono

18/03/2022

Tras la caída de la calima, paseando por el centro de nuestra ciudad, he podido comprobar la decadencia y descuido al que se le tiene sometido desde hace años. Ya no sirve decir aquello de que todo se hace en el centro, porque hace tiempo que la realidad es otra bien distinta. Ha pasado más de una década desde la última peatonalización, y desde entonces no existe ninguna planificación especifica dirigida a dinamizar y rehabilitar el barrio de todos los burgaleses. El café para todos que nos obligan a tomarnos cada legislatura, hace que el centro de la ciudad sea el gran perjudicado. Olvidan que es nuestra tarjeta de visita, nuestra imagen fuera y dentro de la ciudad, y sobre todo, el reflejo de lo que somos y queremos ser los burgaleses.

Vivimos de retoques y parcheados, ya no recuerdo un año sin esos rellenos espantosos que se reproducen y multiplican cada temporada en el pavimento de Laín Calvo, Almirante Bonifaz o la Moneda. Y qué puedo decir del total abandono a su suerte al que tienen condenadas algunas calles, como por ejemplo, San Pablo, la calle Madrid o San Juan, que siendo Camino de Santiago, los peregrinos y los propios burgaleses recorremos, dando por normalizado su terrible estado.

Asuntos como la falta de fibra óptica en las viviendas y actividades del centro ya suenan a chiste malo, casi como la llegada del AVE o la renovación del Mercado Norte, Hortelanos y demás. Pero la situación se vuelve límite cuando se palpa en nuestras calles que no se realiza ni siquiera un mantenimiento mínimo. Supongo que será por el qué dirán el resto de los barrios. Descuidamos nuestro corazón, ese lugar de la ciudad donde hemos vivido nuestros recuerdos de infancia y juventud, donde nos enamoramos, emborrachamos, fumamos y bailamos hasta el amanecer, cuando nos dejaban.

Tal vez haya que recordar a nuestros políticos que los únicos dirigentes que han llegado a tener cierta trascendencia en la historia de Burgos son aquellos que han tenido un claro proyecto para el centro, porque eso implica que también tienen una clara visión de lo que quieren para la ciudad. El centro es nuestra mejor arma para competir con otras ciudades. Por eso, no lo olviden y cuídenlo.