El Ayuntamiento de Villarcayo está explorando todas las oportunidades que le brinda la lluvia de millones de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, también conocidos como Next Generation. Tras conseguir 3 millones de euros para cinco proyectos, ahora se encuentra a la espera de una nueva ayuda de 2,5 millones con la que transformar el viejo edificio de la calle Alejandro Rodríguez de Valcárcel que hasta 2005 albergó el Centro de Salud. La aspiración del equipo de gobierno es centralizar en el inmueble de cuatro plantas todos los servicios públicos no municipales, dependientes de la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial, ahora dispersos en diferentes oficinas por la localidad.
El proyecto del equipo de gobierno busca aglutinar en el inmueble los servicios actuales, pero también los de Medio Ambiente de la Junta, que regresarían a su antigua sede, el Servicio de Empleo de la Junta de Castilla y León (Ecyl), el Centro de Acción Social de la Diputación y las oficinas de Recaudación, también de la Diputación.
Para ello, el pasado mes de junio, presentó la solicitud en la línea de ayudas del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP) de entidades locales convocada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para la rehabilitación de edificios públicos. Hace apenas unos días ha remitido al Ministerio nueva documentación solicitada y la resolución se espera para febrero. El alcalde villarcayés, Adrián Serna, confía en lograr este nuevo apoyo para dar nueva vida a un edificio, ahora infrautilizado.
En sus 1.119 metros cuadrados a razón de casi 300 metros en cada planta se distribuyen ahora el Centro de Día y las oficinas de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Merindades (Afamer), que ocupan la planta baja y la primera. La segunda acoge los servicios de la Sección Agraria Comarcal, donde trabajan once personas atendiendo tanto los servicios de Agricultura como de Ganadería de la Junta de Castilla y León. Y ya en la última, los despachos que antaño ocuparon los agentes medioambientales, la Asociación Carne de las Merindades o Asaja están vacíos y una parte de la planta permanece como quedó en obra sin siquiera rematar.
Ahorro energético. Actualmente, «hay mucho espacio desaprovechado y la distribución es muy mala», como describe el alcalde. Y es que este edificio de 1965 se diseñó con grandes despachos y amplios pasillos, que más bien parecen salas de reuniones, pero a los que no se da uso alguno. Las ventanas siguen siendo de madera y cristal sencillo y prácticamente no se han realizado reformas para adaptarlo a normativas, como la de accesibilidad, dado que el ascensor solo llega a la primera planta, pero no alcanza las superiores, a pesar de que la SAC es Ventanilla Única, el único Registro junto con el Ayuntamiento, en la localidad.
El proyecto contempla la redistribución de espacios, pero también el aislamiento exterior del edificio con SATE, la instalación aislamiento en cubierta, el cambio de las ventanas y puertas de madera por otras de PVC y triple vidrio bajo emisivo, así como el cambio del sistema de calefacción y aire acondicionado, ahora de gasoleo y gas, por aerotermia. Con ello se alcanzaría un ahorro energético del 89% en calefacción y un 82% en aire acondicionado.