Burgos tiene ganas de deporte de élite y así lo ha demostrado en los últimos años. El Coliseum y El Plantío se han convertido en la envidia de muchos y su comportamiento ha asombrado a propios y extraños en las últimas campañas. Las vacas flacas han llegado al San Pablo, que culminó con el descenso una temporada horrible, mientras que ahora las sonrisas se han instalado enfrente, con el Burgos CF en el fútbol profesional y gozando de buena salud. Aunque si por algo destacan ambos equipos es porque gran parte de su poderío reside en las gradas. Las respectivas aficiones son el principal y más preciado activo de cada entidad y ambas han entendido que los retos que se han propuesto de cara al siguiente curso pasan por tener las gradas llenas...

El San Pablo informó ayer que son ya 3.800 los aficionados que han renovado su carnet de cara a la próxima campaña. La ilusión se mantiene intacta. Los mandatarios entienden que llenar su feudo es imprescindible para que el regreso a la ACB sea inmediato, por lo que apostaron fuerte por una campaña que está funcionando a la perfección. Es más, el ritmo de renovaciones está por encima del último año en ACB...

Por su parte, la campaña blanquinegra comenzó con fuerza y ayer 726 seguidores renovaron su carnet. Es la mejor cifra de arranque de la entidad castellana desde que existen datos documentados, lo que demuestra que la ilusión sigue muy viva entre la masa social burgalesa. Como no podía ser de otra forma, los mandatarios locales acogieron con agrado la respuesta de la afición y comprobaron que el Burgos CF sigue despertando un notable interés.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)