Presente y futuro de la música coral

I.L.H.
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Cumplir medio siglo y continuar en la brecha como la Coral de Cámara San Esteban tiene mérito. Pero si no hay relevo, las formaciones mueren. De ahí la importancia de las agrupaciones de chavales, como la creada en el Conservatorio

La agrupación actual dará su tradicional concierto el día de San Esteban.

Reunión de ex 

La Coral de Cámara San Esteban cumple cincuenta años y lo celebra hoy miércoles, día de su aniversario, reuniendo a antiguos vocalistas, el repertorio con el que se iniciaron y recuperando al que fue su director 37 años, Rodríguez Villarroel

Una reunión de ex puede atraer a la nostalgia y a otros tantos sentimientos de cualquier índole. Rememorar lo que fue supone invocar a la melancolía y a la ilusión de recuperar a quienes formaron parte de esos recuerdos, pero también puede acarrear que regrese el fantasma del pasado, como en el Cuento de Dickens, y meta el dedo en la llaga para señalar todo lo que ya no es. Buscando únicamente la parte positiva de la reunión de ex, la Coral de Cámara de San Esteban ha decidido reunir a quienes fundaron la agrupación o formaron parte de ella. 

La foto que acompaña estas líneas fue tomada el 21 de diciembre de 1972, cuando la Coral de Cámara San Esteban daba su primer concierto. Este miércoles se cumplen 50 años de aquella actuación y la coral ha decidido repetir la instantánea ofreciendo un concierto con antiguos coralistas, bajo la dirección del que fue su director durante 37 años y con el repertorio del Renacimiento con el que se dieron a conocer.

El grupo lo integran una quincena de chavales entre 8 y 13 años. Llevan dos meses y ya van a dar su primer concierto. El grupo lo integran una quincena de chavales entre 8 y 13 años. Llevan dos meses y ya van a dar su primer concierto. - Foto: Luis López Araico

Juan José Rodríguez Villarroel tenía 17 años cuando se puso al frente de la coral y desde que lo dejó en 2009 (también dirigía otras tres agrupaciones)no ha vuelto a llevar la batuta. «Las emociones se agolpaban en mi mente en los ensayos porque la coral ha sido muy importante en mi vida. He dejado gustosamente otras cosas y hemos hecho que una coral de una barrio haya viajado por España y el extranjero y hayamos grabado cinco discos», repasa el director, que temió que se le hubieran olvidado algunas cosas, «pero ha sido como montar en bici»: «Al acabar el primer día mi hijo, que también es excoralista, me confesó que había estado pletórico. Es emocionante volver a ver sus caras, recuperar las obras que nos hicieron crecer, etc.».

Lo de volver a reunirse lo propuso un excoralista con la intención de rendir un homenaje a los que ya no están. La primera idea era hacer un concierto, pero ya que se trataba de recordar a los difuntos, el planteamiento definitivo pasa por cantar en una misa y después ofrecer la actuación.

«El segundo objetivo fue tener una actividad para el miércoles 21, el día del aniversario, que no se había organizado nada. Y por último, recordar que la coral ha contado con unos solistas maravillosos, de ahí que hayamos escogidos unas obras en las que puedan estar». Ellos son Eduardo García (barítono bajo), José Ignacio Martínez (bajo), Berta Ansótegui (soprano), Blanquita (soprano) y Pablo Martínez (tenor), este último, además, es el único veterano que ha permanecido cincuenta años en la coral.

En el concierto que ofrecerán en la iglesia de San Nicolás van a participar 15 excoralistas más otras 15 voces con más de doce años en la agrupación, ya que la premisa era haber cantado en la etapa de Rodríguez Villarroel. Sobre los segundos no hay nada que decir, porque siguen cantando, pero de los primeros nos preguntamos si la afinación o la tensión vocal 'se oxida' al no ejercitarla: «¡Qué va! Me he quedado alucinado. Se sabían las canciones sin partitura. Y tenemos un bajo de 83 años, que fue el que propuso el reencuentro, que canta un solo de un negro espiritual que pone los pelos de punta. En el ensayo recibió una  ovación espontánea porque con esa edad mantener todavía la voz es algo maravilloso».

Una cosa que no aguanta el paso del tiempo es la ropa no tanto por la prenda como por la talla. Ninguno conserva el uniforme y para esta ocasión vestirán con algo blanco en la parte superior y negro en la inferior. Aunque no es lo más importante. Lo fundamental es la reunión y la recuperación de unas voces que han permanecido en segundo plano todo este tiempo.

El 26, concierto tradicional. La actuación del miércoles sirve para celebrar la fecha del aniversario, pero la Coral de Cámara San Esteban no podía dejar en blanco una jornada como la del 26 de diciembre, cuando se festeja al santo que les da nombre.

Ese día la agrupación actual actuará en San Nicolás ofreciendo el ya tradicional concierto (a las 20:30 horas) bajo la dirección de César Zumel, su director. Les acompañará la Orquesta Santa Cecilia.

Una escolanía con repertorio local 

El músico Rodrigo Calzada ha puesto en marcha un grupo vocal de niños y niñas del Conservatorio para interpretar las canciones de Antonio José o Federico Olmeda. El lunes es su estreno con público

Las canciones infantiles de Antonio José son «las mejores que se han escrito en castellano en toda la historia», sostiene el músico y director Rodrigo Calzada. Sin embargo ese legado apenas se conoce pese a que la Fernán González editó un libro con cinco de esos temas. Y por supuesto no se interpretan. El compositor Federico Olmeda creó también grandes canciones para voces infantiles, en su caso de carácter pedagógico.Pero tampoco se cantan. Yel musicólogo Miguel Ángel Palacios -junto al propio Calzada- tiene preparado un libro con una veintena de canciones infantiles españoles que las generaciones más jóvenes ya no conocen como Al pasar la barca, La muñeca, Tan alta como la luna o Carbonerita de Salamanca.

Con semejante repertorio sin explotar, Rodrigo Calzada ha decidido crear una coral infantil integrada por estudiantes de música que se centre en esas obras. La Escolanía del Conservatorio lleva dos meses funcionando y el lunes darán su primer concierto con público en casa, en el propio centro y con entrada libre (20:30 horas).

«En algunos coros cantas las canciones sin más, pero aquí te hablan de su historia y cuando la conoces lo interpretas de otra manera», afirma Darío, que tiene 11 años y estudia Piano. A Noa, de 10 años y estudiante de Guitarra, le interesa además porque lo que cantan son temas burgaleses o que están relacionados con su tierra. Algo que también apunta Daniel, de 11 años, que ha aprendido con el coro quién era Antonio José, el autor de Canción de cuna, que interpretarán el lunes.

«Este repertorio es motivador. Es que además de que son bonitas y de la máxima calidad, lo que hay en las letras les encanta. Porque las canciones infantiles no tienen por qué ser ñoñas. De hecho dos de las de Antonio José las orquestó (Balada está en su Suite ingenua y Canción de cuna en Sinfonía castellana)», relata Rodrigo Calzada, que lleva tres cursos dando clase de Coro en el Conservatorio Rafael Frühbeck. 

Los temas del compositor asesinado en Estépar son también los que conllevan mayor dificultad, tanto en el piano como en la voz. De ahí que haya querido crear esta Escolanía en el Conservatorio: «Desde aquí se pueden hacer con la suficiente calidad de recursos y profesionalidad para que se enfrenten a la esencia de lo que está escrito», explica al diferenciar entre este coro voluntario y los estudiantes que acuden a clase de canto como asignatura.

Tras la actuación del lunes, continuarán con los ensayos porque su siguiente proyecto es entrar a grabar las veinte canciones infantiles españolas que aparecen en el libro que se publicará en la colección de la Fernán González.