Miranda valora mantener la zona azul, pero más barata

ARSENIO BESGA
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El Ayuntamiento mirandés estaba decidido a renunciar a otra prórroga del contrato y eliminarla en septiembre pero «no pasa nada por escuchar lo que nos planteen y, si hace falta, elaborar un pliego diferente», explica la alcaldesa, Aitana Hernando

El servicio de zona azul de Miranda «es el más caro de la provincia», reconoce Aitana Hernando. - Foto: Luis López Araico

Los comercios y establecimientos del centro de la ciudad se unieron hace algunos meses para exigir al Consistorio una rectificación sobre el anuncio relativo al fin de la zona azul. En principio la postura del equipo de Gobierno no parecía muy flexible. No obstante, ahora «se podría valorar una nueva licitación que mantenga el servicio». Eso sí, la alcaldesa Aitana Hernando reconoce que para seguir en funcionamiento debería mejorar «en relación calidad precio, porque es muy caro».

La ORA en Miranda está a punto de cumplir 17 años y, pese a las previsiones que indicaban su final, podría acumular algún curso más a sus espaldas. «Nos gustaría quitarla, pero queríamos saber qué opina la gente», comenta Hernando. Según dice la alcaldesa «han presentado firmas, de comercios y de establecimientos, entonces hay que escuchar a todas las partes». «No pasa nada por escuchar lo que nos planteen y, si hace falta, plantear un pliego diferente porque todavía no lo tenemos terminado», insiste.

La administración municipal decidió eliminar el aparcamiento de pago porque «es una zona azul que no satisface ni las necesidades del Ayuntamiento ni de la ciudadanía». De hecho, desde la alcaldía apuntan a que se trata de «la más cara de la provincia» y eso «es algo que no les gusta». En resumidas cuentas, a Hernando y su equipo les «gustaría suprimir la zona azul haciendo un estudio, un plan de movilidad, que no pasara necesariamente por mantenerla». La alcaldesa, además, insiste en pedir «perdón» porque los afectados hayan recibido ciertas informaciones antes por la prensa que a través de vías oficiales.

Desde el Partido Popular, cuando se hizo pública la decisión del Ayuntamiento, reclamaban que antes de sentenciar a la zona azul «se hablara con la empresa y con el resto de grupos». Además, el principal partido de la oposición recalcaba su deseo de hacer perdurar el servicio. Ahora bien, el PP defendía que no puede «ser un atraco a mano armada». Por lo visto, el tiempo ha acercado las posturas. 

Por su parte, los comercios y bares  mirandeses se alinearon en una dirección similar a la de los populares. En total, 380 negocios del centro -300 tiendas y 80 bares- estamparon sus nombres en la recogida de firmas emprendida por el Servicio de Estacionamiento en Superficie para que se perpetuara la línea azul. «La gente de los pueblos y de las zonas más alejadas se anima a venir a consumir porque sabe que va a encontrar aparcamiento», argumentaba Pepe Rey, presidente de la Asociación de Hosteleros, por aquel entonces.

Con todo ello, y después de que Hernando se haya reunido con «familiares de trabajadores» y «representantes sindicales», el Consistorio «está buscando la forma de conjugar todos los intereses». Según dice la alcaldesa, a la administración local le «preocupa mucho la movilidad en la ciudad, la situación de los trabajadores y escuchar a la gente».

Tiempos dilatados. La pandemia frenó multitud de iniciativas. Entre ellas, la eliminación de la línea azul en el centro de la ciudad. «Aprobamos en junta de gobierno local renunciar a la segunda prórroga», recuerda Hernando. Ahora bien, según cuenta, el equipo de Gobierno «habría renunciado a la primera» también. Sin embargo, prefirieron dilatarlo en el tiempo porque les «preocupaban los trabajadores por la situación de la pandemia».